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En el marco de la Reunión Anual de la International Monetary Conference (IMC), el pasado 9 de julio, la virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, anunció el nombramiento de Altagracia Gómez Sierra como la coordinadora del Consejo Empresarial de su administración. Un puesto parecido al que desempeñó el empresario Alfonso Romo durante la administración del presidente López Obrador, al frente de su Consejo Asesor Empresarial. A pesar de que ambas figuras tienen como propósito ser un puente entre el gobierno y los empresarios, el investigador Diego Andrade asegura que Gómez Sierra vendrá a imprimirle a este cargo, que será meramente honorífico, según explicó Sheinbaum, una esencia fresca, dinámica y con un mayor margen internacional, pero sobre todo una visión social.
En este sentido, en entrevista para el programa Economía Social, que se transmite a través de Youtube, el investigador Diego Andrade detalló que el papel que desarrollará la empresaria Altagracia Gómez Sierra en la próxima administración responde a un momento macroeconómico distinto de México, en el cual el tema de la relocalización de las cadenas productivas, mejor conocido como nearshoring, así como la inversión extranjera, se han vuelto temas primordiales para el gobierno.
Gómez Sierra, de 32 años, es una de las líderes empresariales más influyentes en México. Proviene de una familia empresarial; es hija del político Raymundo Gómez Flores y nieta del empresario Alfonso Gómez Somellera, fundador del Grupo Minsa, productor de harina de maíz.
Altagracia Gómez es abogada, con estudios en la Oxford Royale Academy y Harvard Business School. Ha ocupado diversos cargos como presidenta del Consejo de Administración del Grupo Minsa, directiva ejecutiva del Grupo Empresarial Salaverry y presidenta del Grupo Industrial y Financiero PEO, propietario de empresas como Dina, AP Solutions, Campo Fin y Siembra Capitales.
Y es, de acuerdo con el investigador Diego Andrade, gracias a esta experiencia y formación tan amplia que Altagracia Gómez Sierra se inserta perfectamente con la dinámica que ha manejado el equipo de la Dra. Claudia Sheinbaum para determinar el nombramiento de cada uno de los secretarios, tomando en cuenta su experiencia y currículum, con el único objetivo de intentar atraer la mayor cantidad de inversiones posibles del extranjero, bajo esta idea de una “prosperidad compartida”.
Basándose en diferentes entrevistas, se estima que Gómez Sierra ha estado estrechamente vinculada al equipo de la Dra. Claudia Sheinbaum a raíz de aquel diálogo que el gobierno sostuvo en 2022 con los directivos de diversas empresas, para pactar precios justos de productos de primera necesidad en medio de la recuperación de la economía tras la crisis sanitaria por Covid-19.
Este constante diálogo, entre la empresaria y la entonces jefa de gobierno de la Ciudad de México, daría como resultado que, meses después, Sheinbaum nombrará a Gómez Sierra coordinadora de la mesa de Desarrollo Económico Regional en su equipo de Diálogos por la Transformación.
Ahora, al frente del Consejo Empresarial, de acuerdo con la propia Claudia Sheinbaum, la tarea de Altagracia Gómez Sierra girará en torno a fortalecer el enlace del gobierno federal con el sector empresarial, poniendo como eje central la construcción de una “Prosperidad Compartida”, un concepto que tanto la empresaria como la actual presidenta han tratado de definir, en pocas palabras, como un intento por concientizar a empresarios para que tengan una dimensión social.
“Me parece que Altagracia va a tener este reto cómo poder conectar las grandes empresas que vienen con la economía regional” expresó Andrade.
El investigador también planteó que la joven, pero experimentada empresaria ha expresado que otro de los objetivos de la unidad que estará a su cargo será crecer alrededor de 4 o 5%; lo mismo que planteó el presidente López Obrador cuando creó su Consejo Asesor Empresarial.
Esto ocurrió a mediados de 2018, cuando el presidente electo Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que un grupo de empresarios había aceptado formar parte de un consejo asesor de apoyo a su gobierno.
Entre los empresarios, con quienes se reunió en aquella ocasión, destacaban los líderes de las tres principales televisoras del país: Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas, el cual incluye TV Azteca; Bernardo Gómez, copresidente ejecutivo de Televisa, y Olegario Vázquez Aldir, director general de Grupo Empresarial Ángeles, el cual integra el canal Imagen Televisión.
Por otro lado, el consejo también estaba conformado por Carlos Hank González, presidente de Grupo Financiero Banorte; Daniel Chávez, presidente de Grupo Vidanta; Miguel Rincón, presidente ejecutivo de Bio Pappel; Sergio Gutiérrez Muguerza, presidente de DeAcero, y Miguel Alemán Magnani, presidente de Interjet.
En ese año, el presidente López Obrador explicó que la conformación del consejo asesor había sido iniciativa de los empresarios, en entrevista Diego Andrade añadió que una de las principales hipótesis era que la creación de este organismo tenía un fin de “control mediático, de control de daños y de poder marcar la agenda”.
Respecto a la forma de trabajo, el presidente López Obrador detalló en 2018 que el objetivo era reunirse con estas figuras cada tres o cuatro meses para conocer sus puntos de vista y que pudieran, de alguna manera, apoyar al gobierno federal, “por lo que la idea es que se conforme una institución de la sociedad civil que ayude al gobierno a lograr el progreso de México con justicia”, dijo.
Sin embargo, las reuniones fueron más esporádicas e informales, ya que no se tienen minutas ni registro de los temas tocados o de los acuerdos a los que se llegaban.
Ahora, según Diego Andrade, estos factores resaltan por la diferencia con el consejo que acaba de presentar la virtual presidente electa: “un tono muy distinto, unas formas muy distintas, así como quien lo encabeza; quien encabezó este consejo asesor empresarial fue Alfonso Romo”.
Este es, según Andrade, es uno de los contrastes más llamativos y que podrían jugar a favor de la administración de la Dra. Claudia Sheinbaum, pues Alfonso Romo representaba en la esfera empresarial, por decirlo de alguna forma, “un viejo lobo de mar, que hizo su riqueza desde los años
90’s y con Altagracia tenemos a una empresaria de 32 años, heredera de distintas empresas que conforman un conglomerado, muchas vienen de las privatizaciones en los años de Salinas de Gortari”.
A pesar de estos factores, el investigador Diego Andrade aseguró que el Consejo Asesor Empresarial de López Obrador no fue fallido, ya que este sirvió para mostrar una cierta idea de estabilidad y, desde la parte mediática, para mostrar que la administración no era tan radical (…) pero también para posicionar a Romo.
En la entrevista, el investigador detalló que Alfonso Romo fue el enlace, entre el sector empresarial y el gobierno, durante mucho tiempo y que fue él quien ayudó al actual presidente a vincularse con sectores altos y medios. Además, Romo hablaba con fondos de inversión, pudo interactuar con el Consejo Coordinador Empresarial, pudo dar certeza y estabilidad a los mercados, algo que fue muy necesario en el periodo electoral de 2018. Aunado a esto, Andrade recordó que Romo quiso intervenir en la banca de desarrollo, así como en temas como el glifosato”. Sin embargo, su función principal era una función mediática, sobre todo en la transición que implicaba una necesidad de dar estabilidad.
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