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A fin de afrontar la volatilidad a corto plazo, los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) tendrán que invertir “cada vez más” en la contratación de esquemas derivados en el mercado de productos básicos, y balancear su cartera de riesgos con coberturas de precios en el mercado de futuros así como esquemas menos onerosos en seguros agropecuarios.
El secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O, dijo el lunes que los aumentos de fenómenos meteorológicos extremos, y una mayor volatilidad en el tipo de cambio y “escaladas” en las tasas de interés harán necesario invertir en nuevos esquemas financieros para sortear el temporal de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura, FIRA.
“A fin de afrontar la volatilidad a corto plazo, FIRA tendrá que invertir cada vez más en la contratación de esquemas derivados en el mercado de productos básicos para balancear su cartera de riesgos, tales como coberturas de precios en el mercado de futuros y esquemas eficientes y menos costosos de seguros agropecuarios”, mencionó, durante el 70 aniversario de la institución.
De 2019 a 2023, el saldo de la cartera de la entidad financiera relacionada con la Agricultura pasó de 212,856 a 237,038 millones de pesos (mdp), incluyendo garantías otorgadas y pagadas. Ramírez de la O admitió que el reto ante circunstancias que exigen nuevos esquemas de administración de riesgos no será “fácil de lograr”, pero el objetivo es disminuir el riesgo percibido por los intermediarios financieros.
Más aún, resaltó, es que los nuevos esquemas beneficien de manera directa a los productores, “ya que la volatilidad impacta directo los márgenes esperados, su rentabilidad y capacidad de pago y por lo tanto la decisión de producir o no”. En México, el 11% de la población ocupada lo hace en actividades agropecuarias, en tanto que aún el 27% de la población habita en comunidades rurales de menos de 5,000 habitantes.
El titular de la SHCP dijo que bajo circunstancias adversas es necesario revisar también los esquemas del servicio de garantías que actualmente se ofrecen, a fin de que -sin afectar el patrimonio de la institución- “puedan elevar su atractivo y ser más funcionales en su marco de operación”.
“Esquemas diferenciados y enfocados por sectores y grupos de cultivos, zonas de producción, y un alineamiento virtuoso con la política púbica agropecuaria del gobierno sería una ruta posible para seguir”.
Un distintivo de progreso ha sido la industria agroalimentaria, donde el 62% del financiamiento total que recibe por parte de la banca comercial incluye algún producto o servicio de FIRA, esto es, 6 de cada 10 pesos otorgados por la banca a la actividad cuentan con el respaldo de FIRA. Al cierre de 2023, las exportaciones agroalimentarias de México marcaron un nuevo récord, al sumar 51,874 millones de dólares (mdd), con un crecimiento de 3.9% a tasa anual.
Red financiera
De acuerdo con la SHCP, a mayo de este año, la entidad financiera relacionada con la Agricultura dispone de una red conformada de 135 intermediarios financieros bancarios y no bancarios, con una contribución significativa de 62 Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes); 32 Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (Scaps); ocho uniones de crédito, seis Sociedades Financieras Populares (Sofipos) y dos almacenes generales de depósito.
Los intermediarios financieros no bancarios, aseveró Ramírez de la O, “juegan un papel fundamental al ampliar las oportunidades financieras para estos sectores con menos alternativas de financiamiento”.
Dijo que bajo las mismas circunstancias es necesario revisar los esquemas del servicio de garantías que actualmente se ofrecen a fin de que -sin afectar el patrimonio de la institución- “puedan elevar su atractivo y ser más funcionales en su marco de operación”.
“Esquemas diferenciados y enfocados por sectores y grupos de cultivos, zonas de producción, y un alineamiento virtuoso con la política púbica agropecuaria del gobierno sería una ruta posible para seguir”, aseveró.
El funcionario de mayor nivel dentro de la SHCP aseguró que el crédito rural tendrá un rol más fuerte en la política pública de impulso al campo, donde destacó que una mayor coordinación interinstitucional será “clave para lograrlo”. De ahí la importancia de que la política de financiamiento al campo esté mejor articulada y coordinada con la de la política para el campo, indicó.
“Una tendencia internacional es que cada vez más los apoyos de fomento público al campo deben ser canalizados a través del crédito y de instrumentos de administración de riesgos. Las razones que lo han motivado son que los subsidios canalizados por estas vías son menos distorsionantes de los mercados y más efectivos para lograr resultados productivos”.
