Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 35 segundos
Polémica en Brasil por la nueva orden del presidente brasileño. La Cámara de Diputados aprobó el primer proyecto que regula la reforma fiscal y tiene un fuerte rechazo social como efecto inmediato…
Luego de más de dos meses de discusión, de debate y de diferencias, la Cámara de Diputados de Brasil aprobó con 336 votos a favor y 142 en contra, el primer proyecto que regula la reforma fiscal en Brasil. Tras el resultado final, el rechazo social se hizo notar, principalmente en las redes sociales. El motivo del enojo, del fastidio es que esta aprobación tendrá daños colaterales en el consumo de los brasileños y en la economía del corto plazo, destacándose la introducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que ahora se ubica como el más alto del mundo con un 27 por ciento.
“Brasil pasó de uno de los diez peores sistemas tributarios del planeta, reconocido por el Banco Mundial, a uno de los cinco mejores sistemas tributarios del mundo. Brasil duerme mejor y se despierta con perspectivas de futuro mucho mayores”, aseguró el diputado Reginaldo Lopes (PT), relator del reglamento de reforma tributaria.
“Este nuevo informe abrió un espacio porque mejoramos la eficiencia recaudatoria, combatiendo el default, la evasión fiscal, el fraude, la modernización para combatir la economía informal. Creemos que hay que hacer cálculos para saber el impacto positivo de reducir la tasa impositiva…”, profundizó Reginaldo.
El objetivo del IVA en 27 por ciento es vista como necesaria por parte del oficialismo para controlar las finanzas públicas y garantizar la continuidad de los programas sociales. El punto es que las proyecciones que se hacen desde otros analistas, las repercusiones en la economía y en el consumo de los brasileños serán importantes, principalmente para la clase media y los sectores más vulnerables.
Con estos 27 puntos de IVA, Brasil iguala a Hungría, que también tiene el mismo porcentaje y supera a países como Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia y Grecia, aunque lógicamente, la situación financiera y económica de esas naciones es totalmente distinta a la de los brasileños.
Además del aumento del IVA, otra reforma que se aprobó fue la eliminación de exenciones fiscales para las empresas que ofrecen seguros médicos a sus empleados. Esta medida afecta directamente a 36 millones de personas, que representan el 71% de los beneficiarios, están cubiertos por planes colectivos empresariales, según los datos de la Agencia Nacional de Salud Complementaria (ANS).
De momento, según la encuestadora QUAEST, la aprobación actual del 54 por ciento, regresando al número de octubre y diciembre de 2023. Si bien el número es positivo, la realidad indica que la división del pueblo brasileño es absoluta ya que el 46 por ciento restante está en contra de Lula. Los números han ido variando con la toma de decisiones, pero lo que está establecido es que Lula convive sin margen de error en este contexto…