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La tarde de este jueves, el Instituto de Verificación Administrativa de la Ciudad de México (INVEA) dio a conocer la clausura de una de las plazas más visitadas del centro histórico: Plaza Izazaga 89, un centro mayorista chino concentrado en un edificio de 16 pisos en el cual los capitalinos podían encontrar más de 10,000 artículos diferentes importados de china a precios de mayoreo.
A través de su cuenta de X, el INVEA detalló que la razón de la clausura de Izazaga 89 fue que ésta no contaba con la documentación correspondiente para acreditar los trabajos que ahí se realizan. El jefe de gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, también notificó sobre este operativo a través de esta red social.
En la página web de la propia Plaza Izazaga se describe que este establecimiento, más que una plaza, era “un lugar de oportunidades para inversionistas”, ya que aquí, aproximadamente desde el 2023, se comercializaban miles de artículos para revender.
“Podrás encontrar artículos de belleza, tecnología, hogar, papelería y muchas novedades más”, se lee en su página. Sin embargo estos artículos, de acuerdo con consumidores y autoridades de la Ciudad de México, eran vendidos únicamente con pago en efectivo y sin posibilidad de ser facturados con la intención de evadir al fisco.
Izazaga 89 es solo uno de los muchos inmuebles que alberga este tipo de negocios, que en su mayoría son dirigidos por personas de origen Oriental; estos negocios, que registraron un crecimiento importante desde hace cuatro años, se caracterizan por productos baratos pero de baja calidad.
Al respecto, el presidente de la Asociación Civil Protección del Centro Histórico, Alejandro Gazal, advirtió recientemente, en una entrevista a Grupo Imagen, que este tipo de negocios ha perjudicado enormemente a los comerciantes mexicanos porque los productos son de muy bajo costo, lo que es posible gracias a que la mano de obra China es muy barata por los volúmenes de producción.
En este sentido, es posible calcular la magnitud de la afectación si se toma en cuenta que en el Centro Histórico de la Ciudad de México, de acuerdo con el dirigente, existen aproximadamente 27,000 unidades comerciales, que registran entre cuatro y ocho empleados. 95% de estos, según sus registros, son cabeza de familia.
“El problema lo empezamos a ver después de la pandemia; hace año y medio, dos años. En la pandemia fue una extraordinaria oportunidad para este modelo de negocio porque evidentemente muchos de los negocios mexicanos del centro histórico cayeron en quiebra. Entonces se abrió el mercado para que gente que viene de otros países, y en particular de Oriente, pudiera adquirir muchos inmuebles” para montar este y otro tipo de negocios”.
A pesar de que datos de la Secretaría de Economía afirman que el mercado Chino ha tenido un crecimiento cercano al 3% en México, Alejandro Gazal asegura que la cifra es superior, pues el desplazamiento que estan sufriendo los comerciantes de la Ciudad es solo un reflejo de un fenómeno que ha alcanzado a estados como Puebla, Querétaro y Monterrey.
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