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Directivos de la firma financiera dijeron el miércoles que la reforma al Poder Judicial, con una serie de consideraciones cuyo eje central está asociado con el voto popular para elegir a magistrados y jueces, podría afectar el Producto Interno Bruto (PIB) potencial de México debido a la incertidumbre que desataría en el ámbito empresarial, financiero y de negocios. Aún en discusión, pero presentado a los medios, el escenario base del manejador de fondos global es que México pueda perder su grado de inversión en los próximos 6 años.
Franklin Templeton presentó el miércoles su perspectiva económica y de mercado para la segunda mitad de 2024, donde su escenario medio, con una influencia del 65%, es que México pueda perder el grado de inversión a lo largo del nuevo sexenio que inicia el 1 de octubre, ante un “debilitamiento de las estructuras” a favor del mercado, lo que impactaría los otros dos ejes del equilibrio, la flexibilidad en el prepuesto público, y contar con déficits sanos.
En el webinar “el largo camino al cierre de año” con medios y clientes, Luis Gonzali, VP y co-director de Inversiones en Franklin Templeton México mostró que los escenarios previstos para lo que resta del año es que el país cierre el ejercicio con un crecimiento de 2%, una inflación del 4.5% y tasas de interés de alrededor de 10.50%.
Los escenarios también manejan que el factor grado de inversión para el país tiene una nota positiva, con una influencia de apenas 10%, en que se mantenga a lo largo del nuevo sexenio, y una nota negativa, del 25%, de que se pierde en los próximos tres años.
En alusión a la reforma al Poder Judicial que hoy se discute en México, Gonzali señaló que no se puede buscar el debilitamiento de las estructuras “pro mercado”, tener un déficit sano y contar con una flexibilidad presupuestaria “al mismo tiempo”.
El experto mencionó que habría un deterioro del PIB potencial, aún no proyectado, pero que sería un dato que quedará más claro una vez que comience la discusión y aprobación del proyecto con el nuevo Congreso que entrará en funciones en septiembre. “Todavía falta mucho por conocer (pero el) escenario base (es que hay un) plan para hacerlo; que tienen el poder para hacerlo, y que ya sabemos que es lo que quieren pasar”.
Gonzali puso de ejemplo lo que sucedió en Chile con la propuesta del Gobierno de cambiar la Constitución, que no prosperó, pero que en el camino propició que las inversiones se detuvieran y que el tipo de cambio depreciara.
“El Gobierno ha señalado que van a tener un déficit sano, que quieren conservar una flexibilidad presupuestaria para conservar sus programas. Entonces, no pueden debilitar las estructuras de mercado de manera tan abrupta o tan importante porque si no las otras dos no se van a cumplir. Ahí es donde el mercado entra como contrapeso”.
“Es algo que se sigue discutiendo” respondió sobre el tema del grado de inversión de México bajo su escenario base y la posibilidad de perderlo; “yo soy de la idea de que el grado de inversión podría mantenerse el resto del sexenio sobre todo porque ha habido señales de que se va a mantener la política fiscal”.
Para el experto, el objetivo de alcanzar un déficit presupuestario del 3% del PIB para 2025 es posible, toda vez que se restaría al déficit de este año, del 5%, un 1% de las inversiones que fueron destinadas a las obras insignia del Gobierno saliente, que ya concluyeron, más otro 1% de otros gastos no recurrentes.
Perderán ritmo
Franklin Templeton anticipa que la economía mexicana mostrará una desaceleración en la segunda mitad del año derivada de recortes a la inversión pública por el término de las obras del sexenio a punto de concluir, principalmente. En México, el consumo será el motor que siga sosteniendo el dinamismo económico en virtud del crecimiento del empleo y los salarios.
De hecho, en los últimos 12 meses, la masa salarial, esto es, el sueldo más prestaciones del mexicano promedio se ha incrementado 10% en términos nominales.
En Estados Unidos, el pronóstico apunta a una desaceleración, mientras que la posibilidad de recesión se redujo al mínimo para los siguientes 18 meses. Ahora el 53% apunta a que la primera economía mundial tenga un softlanding o un aterrizaje suave, desde el 60% de una encuesta anterior aplicada por el manejador de fondos.