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Los especialistas ajustaron su expectativa del PIB para este año del 2.10% al 2% y elevaron de 10% a 10.25% la de tasas de interés. Lo más destacado en las proyecciones económicas, sin embargo, fue el alza sobre el tipo de cambio, que pasó de 17.80 hasta los 18.73 pesos por dólar. Entre los obstáculos para que la economía mexicana progrese en los próximos 6 meses, la Gobernanza prevaleció como el temor más alto, con un puntaje de 56, liderado por la incertidumbre política interna que, tras el proceso electoral del 2 de junio, escaló de 10 a 18 puntos.
El consenso de 40 economistas consultados por el banco central mexicano el mes pasado indicó que la economía mexicana no crecerá este año a un ritmo de 2.10%, sino de 2%, con tasas de interés de 10.25%, donde lo que más sobresalió fueron los ajustes sobre paridad cambiaria, que pasaron de niveles de 17.80 pesos por dólar del sondeo de mayo, hasta un 18.73 en junio.
La opinión de los expertos, que provienen de entidades financieras locales y extranjeras con operaciones en México, indicaron que la principal preocupación para el progreso del país en los próximos 6 meses es la Gobernanza, con un puntaje de 56, menor que el de mayo de 60, pero donde la incertidumbre política interna, tras el proceso electoral del 2 de junio, escaló de 10 a 18 puntos.
El factor Condiciones Económicas Internas pasó de una importancia de 13 puntos hasta 18, liderada por el renglón “ausencia de cambios estructural en México”, mientras que el de Finanzas Públicas elevó su puntaje de 3 a 5 en un mes, donde la política del gasto público subió del 2 a 3.
Para 2024, en medio de una desaceleración económica, México tendría una menor inflación, con una rebaja marginal que pasó de 4.27 a 4.23%, donde la inflación medular o subyacente, esto es, aquellos precios de bienes y servicios que marcan la tendencia de la inflación a largo plazo, también mostraron ajustes a la baja, de 4.07 a 4.01%.
Para 2025, no obstante, la inflación general y la medular suben de 3.71 a 3.76% y de 3.70% a 3.78%, en cada uno de los casos. El crecimiento del PIB se redujo a su vez del 1.80 al 1.78% con tasas de interés referenciales de 8.25% y una paridad cambiaria que buscaría niveles de 19.26 pesos por dólar, y desde los 18.58 que se proyectó en el sondeo de mayo.
Al desenlace de las elecciones del 2 de junio, que llevaron al partido gobernante Morena a conseguir un victoria casi absoluta en posiciones clave, con una amplia mayoría en el Congreso y un diferencial de 30 puntos en la elección de la primera presidenta de México, cuya victoria recayó en la sucesora del presidente Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum, durante el mes pasado el virtual gobierno electo respaldó en su totalidad propuestas a la Constitución hechas en febrero por AMLO, acrónimo con el que se conoce al presidente, incluyendo una polémica reforma al Poder Judicial que, según expertos, afectaría el Estado de Derecho y el clima para los negocios.
Esta cadena de sucesos impactó a los mercados financieros mexicanos, con un desplome del 11.5% del principal índice de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), en términos de dólares, y una depreciación del 7.74% del peso contra el dólar. Si la pérdida se mide en pesos, la bolsa local cayó 5% el mes pasado.
Hay incertidumbre política interna
Los analistas consultados por el banco central aseveraron que, a nivel general, los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico de México se asociaron con la Gobernanza, con el 56% de las respuestas, además de las condiciones económicas internas (18%).
“A nivel particular, los principales factores son: la incertidumbre política interna (18% de las respuestas); los problemas de inseguridad pública (14% de las respuestas); otros problemas de falta de estado de derecho (10% de las respuestas); la ausencia de cambio estructural en México (8% de las respuestas); y corrupción (8% de las respuestas)”, agregó la entidad central.
El Banco de México dijo que el porcentaje de especialistas que piensan que la situación actual de la economía no está mejor que hace un año aumentó, si se mide frente a mayo, mientras que la proporción de analistas que considera que es un mal momento para realizar inversiones también se incrementó, en el mismo lapso.