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El ciclo menstrual está rompiendo tabúes, sin embargo, todavía es un terreno poco explorado que puede prevenir riesgos en el deporte femenil.
A tres semanas de iniciar los Juegos Olímpicos de Francia 2024 donde se alcanzará por primera vez la paridad de género en cuanto a participantes, es necesario hablar de la menstruación, pues genera problemas e incomodidades en las deportistas debido a lo poco estudiado que es el tema.
Entre lidiar con los cólicos, malestares físicos, cambios hormonales, utilizar indumentaria de colores claros, además, tienen que mantener el control sobre su cuerpo y concentrarse en su competencia.
Sin embargo, estudiar el ciclo menstrual puede potencializar el rendimiento físico, así como reducir el riesgo de lesiones graves como la ruptura del ligamento cruzado, lo más temido para cualquier deportista.
Por ejemplo, para la Copa Mundial Femenina Francia 2019, el equipo médico de la Selección de Estados Unidos monitoreó y personalizó un plan para cada futbolista que incluía alimentación, sueño y entrenamientos.
Aquel año, el elenco de las barras y las estrellas levantó su cuarta copa del mundo.
Tiempo después, el Chelsea, dirigido entonces por Emma Hayes (hoy DT de Estados Unidos) se convirtió en el primer equipo de futbol en aplicar entrenamientos personalizados a sus jugadoras según su etapa menstrual.
El trabajo de las marcas
Como un esfuerzo por reducir este tabú y normalizar la menstruación y su impacto en la cotidianidad como en la vida de las deportistas, las marcas han visto una oportunidad social y de negocio en el balompié femenil.
En la Liga MX Femenil hay dos equipos que portan al frente de su jersey dos marcas de toallas higiénicas: Kotex patrocina a Rayadas del Monterrey, mientras que Saba mantiene una alianza con el club Pachuca.
De acuerdo con Modibodi, marca de ropa menstrual, 1 de cada 2 adolescentes abandonaron el deporte por la menstruación; 3 de cada 5, por miedo a mancharse y 3 de cada 4 experimentaron ansiedad/falta de concentración al hacer deporte y ejercicio físico mientras tenían la regla por miedo a las pérdidas.
Visibilizar esta situación es necesario en la élite, pero indispensable en el amateur, pues la menstruación no es un tema de higiene, sino también de salud y de derechos humanos que termina por influir en el desarrollo del deporte femenil.