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El presidente de Brasil no puede contener el precio del dólar y el real brasileño se devalúa cada vez más. En lo que va del 2024, la moneda local es una de las más débiles del mundo. Las últimas declaraciones del presidente es gasolina al incendio…
La estadística no miente, es contundente y no admiten discusión. A fines del último mes de marzo, un dólar equivalía a 4,90 reales brasileños: hoy toca 5,60 y no va a detenerse en el corto plazo. El real está entre las diez monedas que más se depreciaron frente al dólar en 2024. Un informe detallado realizado por la agencia Austin Rating, con base en datos del Banco Central de Brasil (BC), señaló que el real se hundió un 10 por ciento en los primeros cinco meses del año. El informe de Austin apunta que la moneda brasileña subió dos posiciones en un ranking de 118 países y pasó al séptimo lugar entre los que más se depreciaron en el mundo.
En ese contexto, Lula se hartó de estar callado y le declaró la guerra al dólar. En una entrevista con la agencia de noticias Reuters, Lula marcó: “Los que apuestan en derivados, en la fortaleza del dólar frente al real, perderán dinero. Aquel que irá con el dólar, sepa que va a perder. En estos días decían que el dólar subió por unas declaraciones de Lula y los cretinos no percibieron que ya había subido quince minutos antes”.
Luego de ello, Lula también dio un discurso en una reunión del Consejo de Desarrollo Económico Social, en la que estuvieron presentes representantes de la banca, la empresa privada, sindicatos y movimientos sociales. “En este mundo perverso hay quien cree que gana apostando dinero con movimientos especulativos en los mercados de monedas. Quien especule va a perder dinero en este país”.
La disparada del precio del dólar y la tensión cambiaria llevaron a Lula a tener que encontrar un enemigo: Roberto Campos Neto, Director del Banco Central designado por el expresidente Jair Bolsonaro. Lula sostiene que las elevadas tasas de interés que mantiene el Banco Central de Brasil impiden un crecimiento económico y atenaza el crédito. Hoy en día, las tasas se sitúan en un 10,5 por ciento, con una inflación en torno al 3.5 por ciento.
“Campos Neto es un adversario político e ideológico. Fue nombrado por el Gobierno anterior y quiere demostrar a toda costa que no le preocupa nuestra gobernabilidad. Todo terminará a fin de año cuando nombremos a su sucesor y las cosas vuelvan a la normalidad. Su sucesor será pensando en Brasil y no en el mercado. Él tendrá que velar por los intereses de Brasil y el mercado tendrá que adaptarse”, declaró Lula a UOL Brasil.
De esta forma, Brasil vive una incertidumbre cambiaria que puede terminar siendo decisiva en el clima social. Para Lula el dólar se transformó en un enemigo principal y evidentemente está dispuesto a todo con tal de controlar su precio. Mientras tanto, el real se devalúa cada día que pasa…