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Hace casi un siglo, Alejandro Aguilar Reyes, Fray Nano, y Ernesto Carmona sentaron las bases del béisbol; el segundo deporte de México.
Todo comenzó un día como hoy… en el año de 1925.
El béisbol ya era el principal espectáculo deportivo de los Estados Unidos y Babe Ruth, “el Bambino de Oro”, ya era —como sigue siendo— el mejor jugador de la historia.
Ya incluso se había registrado el principal escándalo de corrupción y arreglo de partidos cuando, en la Serie Mundial de 1919, varios jugadores de los Chicago White Sox vendieron el campeonato, supuestamente, para afectar al propietario de su propio equipo.
La llegada a México era cuestión de tiempo nada más.
En un principio, el béisbol se practicaba casi exclusivamente en la Ciudad de México. Sin embargo, con un menor desgaste físico frente a otras disciplinas, el deporte prendió en grande al norte y sureste de México.
La pelota caliente había llegado para quedase.
Para el 24 de febrero de aquel 1925 se fusionan la Asociación Mexicana de Béisbol y la Asociación de Béisbol del Distrito Federal, los cimientos de la actual Liga Mexicana de Béisbol (LMB).
Alejandro Aguilar Reyes, mejor conocido como Fray Nano, se vuelve el padre fundador de la Liga, junto con Ernesto Carmona.
Consiente de la necesidad de difundir el deporte, para 1930 Fray Nano decide fundar un periódico dedicado exclusivamente a la información deportiva.
El paso del tiempo, el proyecto de convirtió en el primer diario deportivo del mundo, que todavía se edita, y que lleva por nombre La Afición.
El juego prendió fuerte en el público mexicano, en una época en la que el incipiente futbol se desarrollaba de forma amateur. Incluso, para los años cuarenta, el deporte llega a lo que los expertos consideran su época de oro.
México y su liga se vuelven un imán para jugadores latinoamericano, particularmente de las naciones caribeñas que hoy son potencias y tienen importante presencia en las grandes ligas.
Poco a poco el béisbol mexicano fue forjando sus propias leyendas también:
Un humilde pitcher nacido en Etchohuaquila, Sonora, que de los Leones de Yucatán pasó a los Dodgers de Los Ángeles y cuyo número 34 fue retirado el 11 de agosto de 2023.
Porque, en los Dodgers, el número 34 es solo de él; de Fernando Valenzuela.
Y con él, la pelota mexicana desarrolló a otras leyendas como Roberto “Beto” Ávila —que hoy da nombre a los estadios de Cancún y Veracruz—, Vinicio Castilla, con el equipo de Colorado, y un Aurelio Rodríguez, inamovible tercera base con los Yankees de Nueva York, entre otros equipos.
Al paso del tiempo, los Diablos Rojos del México se convirtieron en el equipo más ganador de la LMB y desarrollaron una enorme rivalidad con el otro equipo de la ciudad: Los Tigres Capitolinos.
Si bien ese equipo —cuyo corazón fue el empresario Alejo Peralta— ahora vive en la ciudad de Cancún, al clásico entre Diablos y Tigres todavía se le conoce como “La Guerra Civil”.
De ese tamaño es la rivalidad que se escribió en las noches del Parque Deportivo del Seguro Social, el Foro Sol, el Parque Fray Nano y, ahora, en el Estadio Alfredo Harp Helú.
Los Diablos acumulan 16 campeonatos de la LMB y hoy caminan firmemente hacia el número 17 con un impresionante paso de 49 victorias en la actual temporada y un lanzador como Trevor Bauer quien es el mejor pitcher de la actualidad.
Y todo, todo comenzó un día como hoy… en el año de1925.
¡Muchas felicidades, béisbol!
… y gracias por todo lo que viene.