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Con esta decisión, la postura monetaria se mantiene restrictiva y continuará siendo conducente a la convergencia de la inflación a la meta de 3% en el horizonte de pronóstico. Hacia delante, sin embargo, prevé que el entorno inflacionario permita discutir ajustes en la tasa de referencia.
El Banco de México mantuvo el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 11% y anticipó que el proceso desinflacionario en México continuará por lo que, hacia adelante, prevé que el entorno inflacionario “permita discutir ajustes en la tasa de referencia”.
“Si bien la depreciación de la moneda nacional influye al alza en el pronóstico de inflación, sus efectos se ven en parte contrarrestados por los correspondientes a la mayor debilidad de la actividad económica”, aseveraron los funcionarios responsables de la política monetaria del país.
Sin embargo, elevaron los estimados de inflación para el segundo y tercer trimestres de 2024, de forma marginal, para pasar del 4.6% al 4.7%, y de 4.4% a 4.5%, respectivamente. Para el cuarto trimestre, el pronóstico del banco central se mantiene en 4%.
Dictamen dividido
Votaron a favor de la decisión de política, la gobernadora Victoria Rodríguez, y las subgobernadoras Galia Borja e Irene Espinosa, así como el subgobernador Jonathan Heath. El subgobernador Omar Mejía fue el único voto en contra, pues su decisión de política fue la de reducir en 25 puntos base el objetivo, que habría llevado la tasa de interés a niveles del 10.75%.
La Junta de Gobierno del Banco de México, el máximo órgano de decisión de política del país afirmó que se sigue esperando que la inflación general converja a la meta en el cuarto trimestre de 2025.
No obstante, destacó que los riesgos al alza son el alza de la inflación subyacente; una mayor depreciación cambiaria y mayores presiones de costos. También mencionó las afectaciones climáticas y el escalamiento de conflictos geopolíticos.
Por el contrario, los riesgos a la baja son una actividad económica menor a la anticipada; un menor traspaso de algunas presiones de costos; “y que el efecto de la depreciación cambiaria sobre la inflación sea menor al anticipado”.
“Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza”, advirtió.
Los funcionarios de la Junta de Gobierno señalaron que los riesgos globales a considerar son las tensiones geopolíticas, la prolongación de las presiones inflacionarias, condiciones financieras apretadas y, en menor medida, los retos para la estabilidad financiera.
Sin alusiones políticas
La Junta mencionó factores idiosincráticos que han desencadenado “una importante volatilidad en los mercados financieros nacionales”, pero no aludieron a la reacción negativa de los mercados financieros a partir de la elección presidencial del 2 de junio, donde el partido gobernante, Morena, arrebató con gran holgura a la Oposición puestos clave, incluyendo la Presidencia de la República, proponiendo desde entonces reformas controvertidas como la del Poder Judicial o la eliminación de organismos autónomos.
“Las tasas de interés de valores gubernamentales de mediano y largo plazos aumentaron significativamente. El peso mexicano registró una visible depreciación. Sin embargo, más recientemente los mercados nacionales han presentado un mejor comportamiento”, aseveró el organismo.
Los funcionarios indicaron que a principios del segundo trimestre del año prevaleció en México la debilidad que la actividad productiva arrastra desde finales del año pasado, con un balance de riesgos para la actividad económica sesgado a la baja. Mencionó que la inflación general anual pasó desde un 4.65 hasta niveles de 4.78% entre abril y la primera quincena de junio ante presiones en el índice no subyacente, que refiere precios volátiles.
La inflación subyacente, que refleja de mejor manera la tendencia de la inflación, sin embargo, siguió disminuyendo al pasar de 4.37 a 4.17% en el mismo periodo, destacó.
La Junta de Gobierno opinó que los retos y riesgos en ambos lados del balance ameritan continuar con un manejo prudente de la política monetaria.