Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 30 segundos
Adal Ortiz presentó su propuesta para presidir la Coparmex CDMX, y sugiere volver a lo que llama “humanismo empresarial”.
A sus 34 años, Adalberto Ortiz Ávalos —aunque él prefiere que lo llamen simplemente Adal— divide su tiempo entre una compañía fintech, la literatura infantil y libros de temáticas financieras.
Ahora busca presidir la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en la Ciudad de México.
A pesar de su corta edad, Adal Ortiz tiene claro cuáles deben ser los objetivos del sector empresarial en la capital del país, luego de un sexenio en que la narrativa oficial fue poco favorable para el sector privado.
“Es una coyuntura bien complicada”, reconoce a pregunta expresa de Fortuna.
Y abiertamente señala que “estamos a dos pasos de que, como empresarios, seamos los malos de la historia”.
“Este discurso que está corriendo que es antigeneración de riqueza y antiempresarios; no podemos cerrar los ojos ante la realidad que vivimos, ante la circunstancia social y política de estos momentos, y más nos vale adaptarnos y a salir a escuchar”, agrega Adal Ortiz
“Y cuál es la clave para volver y ser más vigentes y tener una participación, que es la que nos merecemos como empresarios —continúa— volver a lo que es el humanismo empresarial; los empresarios de Coparmex nos distinguimos por ser empresarios sensibles con la sociedad, comprometidos con nuestra comunidad y con nuestros trabajadores”.
NEARSHORING, GRAN OPORTUNIDAD
Adal Ortiz también reconoce que, en el actual entorno, la Ciudad de México y el país en general tienen por delante diversas oportunidades, empezando por la relocalización de inversiones o nearshoring.
“En el tema del nearshoting, ¿cuál creo que debe ser nuestro papel más importante como sindicato empresarial? Hacer que la mayor cantidad de empresas nacionales y locales puedan participar de este movimiento y puedan incluirse en la cadena de suministro”, expone.
“¿Cómo se puede hacer esto y en qué puntos tenemos que ser muy eficaces? Vamos a requerir toda una cultura del compliance, del cumplimiento. Tenemos que tener una cultura de previsión del lavado de dinero, una cultura de certificaciones, una cultura de criterios ASG que va mucho más allá de la responsabilidad social”.
“Esto ya se vuelve transversal para todos, si queremos aprovechar y beneficiarnos del movimiento del nearshoring para que no nos pase como otros países que crecen muchísimo económicamente pero sin desarrollo”, sostiene.
De hecho, asegura que “no queremos ser como India, donde la economía ha crecido y se ha desarrollado muchísimo y tienes a una población y a una clase empresarial empobrecida y que sufre”.
“El papel de Coparmex es ese: ayudar a las empresas a que podamos ser parte de esta gran transformación que es el nearsoring”, concluye Adal Ortiz.