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Muchos parisinos no están muy contentos de que su ciudad acoja los Juegos Olímpicos de verano de este año, ya que el evento estaría teniendo un costo de entre 3 mil y 5 mil millones de euros, cifra a la que se le suma una inversión de aproximadamente 1,500 millones de euros para el acondicionamiento del Río Sena, el cual se pretende utilizar para las competencias acuáticas del evento.
Frente a este panorama, los ciudadanos han llamado a una forma peculiar de manifestación, pues ellos consideran que la limpieza del río no tendría que ser prioridad en medio de huelgas sindicales.
De acuerdo con medios locales. Fue en 1923 cuando se prohibió a la ciudadanía nadar en este río debido a sus niveles de contaminación. Sin embargo, en abril de este año, el presidente francés Emmanuel Macron prometió nadar en el río Sena tras su limpieza, para demostrar a los ciudadanos que la inversión habría valido la pena.
Macron destacó la reducción de los niveles de contaminación en el Sena como uno de los legados positivos que dejarán los Juegos.
Frente a esta determinación por parte del mandatario, los parisinos inconformes pusieron en marcha la iniciativa “Me cago en el Sena el 23 de junio”, con la que bajo el lema “porque después de meternos en la mierda les toca a ellos bañarse en nuestra mierda”, planean juntarse a las orillas del emblemático río y defecar en sus aguas. y así elevar el nivel de bacterias fecales para volverlo insalubre nuevamente. Todo esto para el 23 de junio, día en el que Macron, la alcaldesa de París y otros funcionarios tenían previsto meterse a nadar en él.
La iniciativa ha tenido tanto eco que, ahora, incluso cuenta con una página web con una cuenta atrás y una peculiar calculadora que permite calcular con qué antelación debe defecar una persona en el Sena para que, en función del punto en el que lo haga, sus deshechos lleguen a tiempo a París para el acto del domingo.
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