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Luego de que en España se pidió la intervención de las autoridades bursátiles para impedir la compra hostil de los activos de banco Sabadell por parte de BBVA, en el sector bancario se generó incertidumbre en torno a las condiciones regulatorias y tributarias bajo las cuales podría concluirse la operación.
De acuerdo con la prensa española, la candidata electa Claudia Sheinbaum, pretendería establecer un nuevo impuesto a la banca a imitación del que existe en España que podría complicar la OPA lanzada por BBVA sobre Banco Sabadell. Una operación que también se ha visto impactada por la petición de la Fiscalía de sentar al banco vasco en el banquillo por el caso Villarejo, de acuerdo con el medio OK Diario.
Sheinbaum, sin embargo, no se ha pronunciado sobre posibles impuestos a la banca. Incluso, durante su participación en la Convención Bancaria en Acapulco, la candidata electa recordó que al sector bancario no se le han cambiado las reglas tal y como lo prometió el presidente López Obrador hace 6 años.
En el sector bancario, Revista Fortuna confirmó la inquietud entre inversionistas que ha surgido por la mayoría calificada que podría alcanzar Moreno y sus aliados, lo que podría afectar a la banca. Medios como The Financial Times publicaron hace algunos días que la Secretaría de Hacienda estaba considerando este impuesto compensatorio que contemplaría rubros como ganancias extraordinarias, actualizaciones por inflación y hasta los depósitos en el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
Según OK Diario, México es el principal mercado para la cuenta de resultados del BBVA, por encima de España, ya que supone más de la mitad de su beneficio. Así, su filial en ese país -el antiguo Bancomer- ganó 1.441 millones de euros (el 10% más) en el primer trimestre de 2024, sobre un beneficio total del banco de 2.200 millones.
Por tanto, la imposición de un impuesto en México, que desveló el Financial Times, podría hacer mucho daño a las cuentas del segundo banco español, que ya pagó 285 millones en el trimestre por el tributo establecido por Pedro Sánchez. Por tanto, un segundo impacto en el país que aporta más de la mitad de sus resultados puede ser muy dañino.
El pasado 30 de mayo, el Pleno del Ayuntamiento de Alicante aprobó una declaración institucional de rechazo a la oferta hostil por el BBVA para adquirir Banco Sabadell, cuya sede social se radica en la alicantina avenida de Óscar Esplá desde 2017. El acuerdo emplaza a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y al Ministerio de Economía y Empresa del Gobierno de España a actuar y realizar una revisión exhaustiva de la citada operación.
La corporación municipal alicantina exige asegurar “el cumplimiento de todas las leyes aplicables y la protección de los intereses económicos y laborales de los alicantinos”. La declaración pide al Gobierno central su intervención directa para revisar y, si es necesario, tomar medidas correctivas que aseguren la estabilidad económica y la competencia leal en el sector bancario. La iniciativa ha sido respaldada mayoritariamente por los grupos políticos municipales con la salvedad de la abstención del grupo socialista.
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