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Ni las propuestas de los candidatos ni los tres debates presidenciales modificaron los sondeos de opinión sobre las preferencias electorales de las elecciones del 2 de junio, que dan una clara ventaja a la candidata del partido en el poder, Claudia Sheinbaum. El banco de inversión, sin embargo, hace consideraciones sobre la posibilidad de que el resultado final sea más cerrado de lo previsto, abriendo la puerta a un potencial conflicto postelectoral, a pesar de no ser su escenario base.
El banco de inversión inglés Barclays afirmó que las elecciones del próximo 2 de junio en México no solo representan en la víspera el foco político de América Latina a nivel global, sino que son “el escenario político de vanguardia en la región”, donde México elegirá por primera vez en su historia a una mujer en la Presidencia de la República. Si bien la candidata del partido gobernante, Claudia Sheinbaum, tiene una ventaja cómoda frente a su cercana rival, la previsión podría modificarse.
Barclays asevera que a días de celebrarse el extenso evento, con más de 20,000 cargos de elección popular en juego, “existe la posibilidad que el resultado final tenga un margen Sheinbaum-(Xóchitl) Gálvez más ajustado”. Bajo el argumentario que en México la distribución geográfica de la población es altamente dispersa, la entidad expone que el margen del ajuste de los muestreos estadísticos podría pasar por alto más de lo que sugeriría “el margen de error habitual”.
En la nota “Capital político a prueba”, la firma de inversión indica que mientras que los encuestadores “luchan por cubrir un área territorial por demás extensa”, los gobiernos federal y local gobernados por el partido en el poder, Morena, se escudan en los programas sociales para advertir a la población que no vote por la oposición si no quiere perderlos, afirma.
“Como los programas sociales no se implementan automáticamente, por ejemplo, las pensiones para los adultos mayores no se depositan automáticamente en las cuentas de los beneficiarios, pero deben quedar registrados, una parte de la población encuestada podría responder que votará por Morena, incluso aunque sea posible que no estén dispuestos a hacerlo”, asevera, y menciona que esto se atribuye al desconocimiento de los votantes respecto a si la persona que formula las preguntas en su domicilio representa a una empresa encuestadora, o al Gobierno.
Esto es lo que en política el analista Federico Reyes-Heroles ha llamado “voto secreto” o “voto oculto”, indica. “Mientras estas dos cuestiones son bastante difíciles de cuantificar, podríamos terminar con un margen más pequeño, aumentando la probabilidad de una diferencia extremadamente baja entre la candidata número uno y dos, y un potencial conflicto post-electoral”, asevera. “En nuestra opinión”, agrega, este último resultado “no es nuestro escenario base”.
Después de 83 días de campañas políticas, según la encuesta de encuestas Oraculus la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, continúa liderando los sondeos, con una intención del 55% de los votantes efectivos. Detrás de la candidata puntera colocaría la postulada por el PAN-PRI-PRD, Xóchitl Gálvez, con el 33%, mientras que en un distante tercer lugar se encuentra el candidato de Movimiento Ciudadano (MC), Jorge Álvarez-Máynez, con el 12%.
Las elecciones del 2 de junio implican la renovación completa de la Cámara Baja y el Senado, así como de 9 gubernaturas, incluyendo entidades altamente pobladas y de gran peso político, como Veracruz y Puebla.
Potencialmente acudirían a las urnas cerca de 100 millones de mexicanos contra los 89 millones que salieron a votar en las elecciones presidenciales del 2018, que llevaron al presidente Andrés Manuel López Obrador al poder después de su intento en 2006, cuando perdió en un polémico resultado frente a Felipe Calderón Hinojosa.
Barclays destaca en su escrito “la impensable” coalición que se formó entre el partido de izquierda, PRD, el centrista PRI, y el derechista PAN para postular a la candidata ciudadana Xóchitl Gálvez, que ganó en una elección interna.
Otra novedad en el mapa político de México es que la nueva Presidenta asumirá el cargo el 1 de octubre, en lugar del 1 de diciembre que era la fecha programada para asumir la Presidencia desde 1917.
Congreso en pugna
Para Barclays, otro riesgo relevante por la concentración del poder podría ser que Morena gane las dos terceras partes del Senado, mientras que en la Cámara Baja apunta a una mayoría del 50%+1 ante los resultados de las elecciones en el Estado de México, la entidad más preciada en lo electoral por su peso político y económico, donde obtuvo la victoria.
Para la firma de inversión, la estrategia de Morena es implementar en el Senado la división de sus candidaturas para aquellas entidades federativas donde Morena es fuerte.
Morena ostenta 22 de las 32 gubernaturas estatales lo que le da el margen para que, en lugar de formar una coalición con sus aliados, esto es, el Partido del Trabajo (PT), el Partido Verde y el PES, pueda conseguir hasta tres de los cuatro senadores por estado para cada uno de ellos, construyendo potencialmente una mayoría absoluta.
“Esto no significaría que Morena pudiera hacer cambios constitucionales. (Sin embargo) como también se necesita la mayoría de dos tercios en la Cámara Baja, Morena podría estar un paso por delante hacia las elecciones intermedias de 2027, cuando habrá una renovación de la Cámara Baja”.