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Buenos Aires, Argentina .- Las medidas de Javier Milei tienen como objetivo bajar la inflación, llegar al déficit fiscal cero y quitar el cepo del dólar. La reacción de la economía hizo encarecer el país en dólares. Causas y consecuencias de un fenómeno al que Argentina también debe adaptarse…
Apenas asumió en su mandato, Javier Milei tomo una drástica decisión: elevar el precio del dólar oficial a una cifra cercana a los 850 pesos argentinos. Durante el último año del Gobierno de Alberto Fernández, el Ministro de Economía, Sergio Massa, decidió atar el precio del dólar oficial y no se movió de 350 pesos argentinos. La brecha con el dólar paralelo, que se puede conseguir en cualquier casa de cambio, era importante ya que tenía un precio de 1100/1200 pesos argentinos. Con esa medida de Javier Milei, la brecha se achicó de forma abrupta y lo más sorpresivo es que se estabilizó.
Hoy en día, el precio del dólar oficial es de 850 pesos argentinos y el dólar paralelo (blue) no tiene sobresaltos y varía muy poco en torno a los 1000 pesos argentinos. Esa tendencia ya lleva más de cuatro meses y la realidad es que ese fenómeno desembocó en una Argentina cara en dólares. Desde la oposición empezaron a señalar que Argentina tiene un fuerte atraso cambiario, y por eso Javier Milei salió a explicar de qué va esto. Como suele suceder, a través de sus redes sociales, Javier Milei expuso una respuesta contundente a aquellos economistas que apuntan un precio irreal del dólar en Argentina.
“1. Superávit financiero en el tesoro. 2. Base monetaria constante. 3. Brecha casi nula, con compra de reservas netas. 4. Saneamiento del balance del BC. 5. Levantamiento de restricciones en el mercado cambiario todos los días hasta que un día se termine de salir del cepo”, lanzó Milei para comenzar.
El mandatario argentino, luego agregó: “¿Estamos frente a un caso de apreciación cambiaria o a un caso de reacomodamiento de precios relativos donde Argentina es cara en dólares dada su estructura fiscal y regulatoria? Las soluciones que proponen no sólo son inflacionarias, sino que sólo sirven para empobrecer a la gente”.
Tras el efecto del dólar, el panorama regional cambió. Los chilenos viajaban a Argentina para comprar de todo porque hacían una diferencia entre sus dólares y los precios argentinos. Ahora esa tendencia cambió y los argentinos cruzan la Cordillera porque Chile pasó a ser más barato. Otra consecuencia que se dio fue que los uruguayos y brasileños sufrieron una merma para comprar en la Argentina de entre el 38% y el 42% en los últimos cinco meses.
Esta consecuencia no está directamente vinculada con “un atraso cambiario” si no con los problemas estructurales que tiene Argentina, que lleva a tener precios más altos que Miami, Santiago de Chile o Madrid. La economista Elisabet Bacigalupo, dialogó con el medio argentino Clarín y puntualizó: “La carga tributaria puede llegar al 70 por ciento sobre las empresas formales. Es extraordinariamente alta y con un montón de distorsiones. Por ejemplo en los autos, se agrega el arancel extra Mercosur, el impuesto al lujo y la tasa de estadística hacen que en algunos casos el precio suba más del 100 por ciento”.
Las medidas de Milei van en ese sentido. El presidente argentino tiene como objetivos, reducir los costos, avanzar en reformas estructurales, bajar presión impositiva, eliminar retenciones e impuestos que encarecen los productos. Por lo pronto, en muchos ámbitos, Milei abrió las importaciones para presionar al precio de los productos a través de la competitividad. El efecto no será inmediato y por ende, Argentina tendrá que adaptarse a ser costosa en dólares.
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