Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 40 segundos
Experta en derecho deportivo, Kerstin Jourdan, habla del trabajo en el futbol infantil uruguayo para evitar el acoso y el abuso.
Uruguay es un país pequeñito, de apenas 3 millones de habitantes. Pero con referentes como Enzo Francescoli, Diego Forlán y Luis Suárez el término “potencia futbolística” apenas le hace justicia.
Sin embargo, ese país sudamericano también cuenta con otro referente internacional: Kerstin Jourdan.
Y no, no se trata de ninguna jugadora o futbolista. De hecho es una abogada que está encabezando el esfuerzo más importante de ese país para proteger a las infancias del acoso y del abuso.
Según sus números, en ese país de 3 millones de habitantes existen 70,000 niñas y niños que —entre los seis y los 13 años— practican el futbol.
Niños que sueñan con llegar al profesionalismo, vestir la camiseta celeste y darle a su país un título mundial… porque el último lo obtuvieron hace casi 75 años.
Entre sus actividades de representación de futbolistas, Kerstin Jourdan es también la vicepresidente de la Organización Nacional del Futbol Infantil (ONFI) lo que en aquellas latitudes se conoce como Baby Futbol.
Ahí, su trabajo consiste en establecer protocolos contra el acoso y el abuso, para luego desarrollar ese trabajo con los entrenadores, los clubes y, por supuesto, con los padres de familia.
En entrevista con Revista Fortuna, Kerstin Jourdan explica que, cuando le preguntan el porqué del éxito del futbol uruguayo, ella responde que “el futbol infantil porque, en cada barrio de Montevideo, siempre hay una cancha de futbol y un montón de niños detrás de una pelota”.
Por principio, con su trabajo busca “que las niñas tengan las mismas posibilidades de desarrollarse que los niños, que tengan los mismos tipos de competencia y que incluso cuenten con los mismos subsidios
“Pero también buscamos protocolos de seguridad en materia de acoso o, peor aún, de abuso, que empieza a ser bastante recurrente”, comenta Kerstin Jourdan.
Es decir: “estamos hablando de poblaciones vulnerables pero la mujer, por ser mujer, vive situaciones de acoso o de abuso; ya lo vimos en el Mundial 2023 con el caso de Jenni Hermoso”.
Por eso, “la idea es trabajar con las directivas y con los entrenadores de futbol, que son los que están más cerca, para formar una escuela de referentes donde haya personas que puedan activar los protocolos en favor de las niñas y de los niños… porque también los niños sufren acoso”,
Y la experta advierte que el trabajo que desarrolla su organización involucra también y se hace de la mano de la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales, que es el organismo gremial en esa nación.
“Entendimos que las jugadoras y los jugadores son uno”, concluye Kerstin Jourdan.
“Más allá de que en Uruguay haya 70,000 niños que participen del futbol infantil, estamos trabajando para dotar a los niños de mejores herramientas para que, el día de mañana cuando sean jugadores de futbol profesionales, puedan desarrollarse también en su educación formal t su salud mental”.