FUTpro sugiere a futbolistas mexicanas crear un sindicato

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Amanda Gutiérrez, presidente de FUTpro, explica cómo ayudó al futbol femenil español, hoy campeón del mundo, la creación de su sindicato.

Las futbolistas españolas no pidieron permiso.

Unas veinte jugadoras se reunieron, se organizaron y en 2018 crearon la asociación sindical FUTpro.

Cuando los directivos de los clubes —la gran mayoría hombres— se enteraron, al organismo ya era una realidad.

Como asociación sindical tenían lo mejor de dos mundos. Al ser una asociación, contaron con las jugadores de a liga española como sus agrémialas pero, al estar registradas en el Ministerio del Trabajo español, podían negociar contratos colectivos de trabajo.

En una de sus acciones rumbo al Mundial 2023, FUTpro negoció que las dos jugadoras de las selección española de futbol que eran madres, pudieran viajar con sus pequeños y hospedarse con ellos en el hotel de concentración.

Ellas respondieron con un campeonato del mundo.

En otro punto fundamental —más cuando en México se habla de igualdad salarial— FUTpro consiguió que las primas económicas de las jugadoras fueran iguales a las de selección varonil.

“Básicamente, hemos estado siempre al pie del cañón, trabajando para que tengan más derechos, mejores infraestructuras y todo lo que ellas necesiten. Esa era la parte importante y por las que ellas crearon FUTpro”, comenta en entrevista con Revista Fortuna la presidente de la asociación sindical, Amanda Gutiérrez.

¿Y es fácil negociar con una federación donde la mayoría de los ejecutivos son hombre?

“Muy difícil”, agrega. “Cuando se encuentran con una institución que lo que hace es trabajar, pedirles cosas y pedirles que trabajen ellos, no les gusta tanto. Empiezan con el discurso de ‘no pidas tanto’ porque nos ha pasado con clubes que nos han dicho ‘no pidan tanto dinero’ que igual las jugadas se quedan sin club”.

RECOMEDACIONES PARA MÉXICO

Actualmente, la Liga BBVA Femenil atraviesa por dos muy importantes procesos.

El primero es la generación de protocolos en contra del acoso sexual y la violencia hacia las jugadoras, situación que ya obligo a Scarlett Camberros a abandonar el América —e incluso el país— debido al acoso, de un “aficionado” en marzo del 2023.

“Lo primero que les recomendaría es que tengan su propio sindicato. Nosotros nos encontramos con un protocolo que ya teníamos en el convenio colectivo que no servía. Era un protocolo que se tomó de algún organismo de gobierno, lo copiaron tal cual en el futbol femenino y hasta ahí”, recuerda la presidente de FUTpro.

“FUTpro —continúa— está peleando ahora para tener un mejor protocolo. En México, si aún están por desarrollarse esos protocolos es súper importante conocer la opinión de las futbolistas. Pero no se les puede preguntar directamente a ellas; necesitan una institución que hable por ellas”.

“México necesita que ellas también tengan su altavoz para cosas tan importantes como el protocolo porque, si no, lo harán instituciones, seguramente formadas por hombres, que no van a tomar en cuenta muchísimos aspectos: el anonimato, el cómo se tramita, cómo se aparta al investigado, los plazos de resolución”, detalla la presidente de FUTpro.

La segundo coyuntura es económica.

En el Senado de la República, algunos legisladores hablan de igualdad salarial entre futbolistas hombre y mujeres, algo que ya fue incluso rechazado por la directora de la liga, Mariana Rodríguez.

Otros hablan de establecer un salario mínimo profesional. Sin embargo, omiten decir que la negociación de los salarios mínimos en México se realiza por acuerdo con el sector empresarial y una representación sindical.

Al respecto, Amanda Gutiérrez explica que “nosotros en España tenemos un convenio colectivo donde hay un salario mínimo, pero es específico para el futbol femenino. La liga masculina tiene su propio convenio colectivo con su salario mínimo”.

“El del masculino —continúa— está ahora mismo entorno a 180,000 euros al año y el femenino está en los 21,000 euros al año. Como ves, la diferencia es abismal”.

“¿Por qué en España no estamos peleando el tener el mismo convenio colectivo, porque al final es el mismo trabajo? Porque somos coherentes y entendemos que los clubes no pueden pagar mínimo un sueldo de 180,000 euros al año. Ellas tampoco lo piden, piden un salario que les permita practicar su profesión y retirarse dignamente”, concluye.