Baja OECD estimado PIB México de 2.5% hasta 2.2% para 2024; reafirma 2025 en 2%

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A un mes de la elección federal del 2 de junio que implicará la renovación de la Presidencia, la entidad internacional sugirió al país la adopción de un plan fiscal plurianual para ayudar a mantener la prudencia fiscal, creando un espacio para aumentar el gasto “que mejore la productividad”, en momentos en que las perspectivas de inflación son inciertas, mientras que los episodios de turbulencia financiera global “pueden desencadenar una mayor aversión al riesgo”.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, por sus siglas en inglés) rebajó su estimado de crecimiento de México para este año, desde la tasa de 2.5% esperada en noviembre, hasta niveles de 2.2%, mientras reafirmó en 2% la proyección para 2025, de acuerdo con la actualización de sus Perspectivas Económicas de mayo.

El consumo privado será un motor clave para el crecimiento del país, respaldado por bajos niveles de desempleo y el aumento de los ingresos reales de los hogares, indicó, mientras que la inversión privada “se beneficiará gradualmente de la reubicación de la actividad manufacturera en México”, con una dinámica en las exportaciones que seguirá beneficiándose de “una profunda integración” con las cadenas de valor manufactureras de América del Norte. De hecho, el organismo anticipa que se convertirán en el principal propulsor del crecimiento.

“Las exportaciones sustentarán el crecimiento en 2025, después de perder algo de dinamismo en 2024 debido a la desaceleración en Estados Unidos. La inflación seguirá descendiendo gradualmente hasta el 3.1% en 2025”, mencionó.

Si bien la OECD señala que el Índice Nacional de Precios al Consumidor y los llamados precios clave, representados en el índice subyacente, continuarán con una desaceleración gradual, las perspectivas de inflación siguen siendo “muy inciertas”. “La inflación puede ser más persistente de lo previsto, especialmente en los servicios”.

La inflación general en México alcanzó niveles de 4.4% anual en marzo, con un índice subyacente de 4.6%, con presiones en los servicios que alcanzaron niveles de 5.4% en el periodo.

El dato más reciente demostró una mayor tensión, con inflaciones de 4.63% anual en la primera quincena de este mes, muy por arriba de la proyección de analistas de 4.47%, y del resultado de la segunda quincena de marzo, de 4.37%. La OECD refirió que la producción industrial en México recuperó el paso en el arranque de 2024, tras exhibir cierta debilidad a finales de 2023, lo que también reflejó parte de la tensión inflacionaria.

“La construcción no residencial se ha mantenido sólida y la manufactura se ha recuperado…Los parques industriales en los estados cercanos a la frontera con Estados Unidos están casi a su máxima capacidad y los precios de alquiler de almacenes y la construcción de espacios industriales adicionales están aumentando”, dijo.

Nubarrones

La OECD señaló en su informe que el Sector Público de México apunta a un déficit fiscal del 5% para este año, no visto en cuatro décadas, a medida que las asignaciones presupuestarias para el gasto social -principalmente pensiones universales no contributivas, y proyectos emblemáticos de infraestructura en del Sur- aumentan “significativamente”, con costos de endeudamiento incrementales.

Está previsto que el déficit público caiga al 2.5% en 2025 principalmente por un ajuste en la inversión pública, relacionada en parte con la conclusión de algunos de los proyectos de infraestructura en el Sur promovidos en el sexenio, lo que implicará “cierto endurecimiento de la postura fiscal en 2025”, con una relación deuda pública neta/PIB en torno al 50% del PIB a finales de ese año.

El entorno de moderación en el ritmo de crecimiento de la economía mexicana se dará en momentos de una política monetaria que debería seguir siendo restrictiva, con tasas nominales que hoy alcanzan el 11%, pero que se reducirían al 7.50% a finales de 2025, en la medida que los índices inflacionarios cedan.

En este lapso, el organismo internacional también prevé “episodios de turbulencia financiera mundial que pueden desencadenar una mayor aversión al riesgo y aumentar la volatilidad de los mercados cambiarios y los costos de financiación”.

En medio de un escenario de turbulencia, el organismo dijo que la adopción de un plan fiscal plurianual en México ayudaría a mantener la prudencia fiscal y crear un espacio para aumentar el gasto, a fin de mejorar la productividad.

El aumento de la eficiencia en el gasto público, a su vez, ayudaría a financiar el gasto adicional en áreas como la educación, las infraestructuras digitales o la lucha contra el cambio climático.

Esto, sin embargo, implicaría un uso más sistemático del análisis costo-beneficio y la verificación del uso de los recursos del Sector Público, así como el aumento de los ingresos fiscales, ampliando la recaudación. También continuar “la lucha contra la evasión fiscal”.