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Una delegación de la Alianza Internacional de Recicladores (IAWP) asistirá a la cuarta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-4) para solicitar mejores condiciones de trabajo para los trabajadores de este sector, así como una transición justa a nuevos sistemas. El INC-4 tiene por objetivo avanzar en el desarrolló de un instrumento internacional legalmente vinculante sobre la contaminación plástica.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente indica que en 2020, el costo directo mundial de la gestión de residuos se estimó en 252,000 millones de dólares. Sin embargo, si se tienen en cuenta los costos ocultos de la contaminación, la mala salud y el cambio climático debido a las malas prácticas de eliminación de desechos, el costo se eleva a 361 mil millones de dólares.
A esto, la organización agregó que la generación de residuos sólidos municipales crecerá de 2,300 millones de toneladas en 2023 a 3,800 millones de toneladas en 2050. En relación con este tema, la IAWP explica, a través de su sitio web, que los recicladores, popularmente conocidos como pepenadores, se encargan de recoger y clasificar materiales plásticos reciclables, lo que ayuda a reducir la contaminación y conservar los recursos.
El Banco Interamericano de Desarrollo estima que 2 millones de personas trabajan en esta actividad en la región de América Latina y el Caribe, siendo responsables de hasta 50% de la recuperación del material reciclado en la región y representando hasta el 85 por ciento de los trabajadores de la cadena de reciclaje a nivel mundial, lo que los hace esenciales en el sistema mundial de gestión de residuos plásticos
Sin embargo, los recicladores suelen ser los trabajadores más marginados dentro de la cadena de valor del plástico; a menudo son estigmatizados y discriminados debido a sus identidades y la naturaleza de su trabajo.
Ante esta situación, la Alianza Internacional de Recicladores explica que, en el proceso del Tratado sobre Plásticos de la UNEA, están soilicitando:
- El reconocimiento y participación directa en las leyes y regulaciones nacionales relacionadas con la gestión de residuos plásticos.
- Compensación justa.
- Una transición justa a nuevos sistemas.
- Uso reducido de sustancias tóxicas en los plásticos.
- La implementación de normas de Responsabilidad Ampliada del Productor.
Estas medidas, según la alianza, tienen como objetivo reconocer las contribuciones históricas de los recicladores, proteger sus derechos y promover prácticas efectivas y sostenibles de gestión de residuos plásticos.
En este sentido, la IAWP asegura que el tratado sobre plásticos puede establecer estándares que mejorarán las condiciones laborales en el sector de gestión de materiales. Sin embargo, advierte que si este no se diseña para garantizar una transición justa, podría perturbar el sector de maneras que perjudiquen los medios de vida de los recicladores.
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