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Un acuerdo secreto que ya es oficial mueve los cimientos del fútbol y del marketing. Tras setenta años juntos, Alemania dejará de ser vestida por Adidas y llega a un acuerdo impactante con Nike, el rival de toda la vida. Las consecuencias de esta pérdida afecta los valores de bolsa, ingresa en lo político y provoca un fastidio social impensado…
Buenos Aires, Argentina.- El fútbol se veía en blanco y negro por los televisores y la Selección de Alemania ya vestía con Adidas. Su dueño y creador, Adi Dassler nació en Herzogenaurach, Alemania, en el año 1900 y desde que tuvo uso de razón siempre tuvo un deseo: ser parte de la Selección de Alemania. Apenas fundó la empresa Adidas, él tenía como principal objetivo, vestir al equipo nacional. Y así fue, porque desde que Alemania empezó a jugar y defender el país, usó Adidas.
A partir de ese entonces, Adidas y la Federación Alemana de Fútbol convivieron más de 70 años, siendo uno de los acuerdos comerciales en el fútbol más longevos de la historia. Sin embargo, lo que parecía una relación inquebrantable, terminó de la forma más traumática, cruel y polémica posible. A través de una negociación secreta, silenciosa y hermética, la Federación Alemana de Fútbol decidió no renovar el contrato con Adidas (finaliza en 2026) y llegó a un acuerdo con Nike, el rival de toda la vida. La empresa norteamericana y los alemanes pactaron un trato que comenzará en 2027 y terminará en 2034.
El Presidente de la Federación Alemana de Fútbol, Bernd Neuendorf aseguró: “Estamos deseando trabajar con Nike y la confianza depositada en nosotros. La futura asociación permitirá a la DFB seguir realizando tareas clave en la próxima década con miras al desarrollo integral del fútbol en Alemania. Pero una cosa también está claro: hasta diciembre de 2026, haremos todo lo posible para lograr el éxito compartido con nuestro socio actual y de larga data, Adidas, a quien el fútbol alemán le debe mucho desde hace más de siete décadas”.
El golpe fue devastador para Adidas por muchos motivos, aunque el principal de ellos, es que no sabían ni imaginaban nada de esto. Los directivos alemanes informaron a Adidas del trato con Nike, horas antes de que se hiciera todo oficial. “La DFB se separará de Adidas y será equipada con Nike a partir de 2027. El acuerdo se extiende inicialmente hasta 2034 y se extiende a todas las selecciones nacionales y tiene como objetivo promover el fútbol alemán en su totalidad”, fue el comunicado oficial.
Con el correr de las horas, el desenlace tomó una magnitud imparable y se fueron sabiendo más detalles. El acuerdo de Nike es por ocho temporadas a cambio de 800 millones de euros, es decir, 100 millones de euros por año. Mientras que Adidas tenía un acuerdo por 50 millones por año, algo que dejaba insatisfechos a los directivos y por eso no dudaron en cambiarse de bando. Además, hay otro pequeños detalles como las críticas a los últimos diseños de indumentaria presentados, asegura el medio alemán Handelsblatt.
Por su parte, el director general de Adidas, Björn Gulden , no quería continuar la asociación con Alemania “a cualquier precio y con cifras desorbitadas” después de una pequeña pérdida neta el año pasado. Desde Adidas esperaban otros ingresos por parte de la Selección de Alemania, aunque no terminan de comprender el momento de esta decisión: a tres meses de la Eurocopa.
El estallido llegó a lo político y social. El Ministro de Economía, Robert Habeck, dialogó con la agencia DPA y remarcó: “No puedo imaginar la camiseta alemana sin las tres rayas. Para mí, Adidas y el negro, rojo y dorado siempre estuvieron juntos. Un pedazo de identidad alemana. Me hubiera gustado un poco más de patriotismo local”. El Ministro de Salud, Karl Lauterbach, también fue punzante: “¿Adidas ya no debería ser la camiseta nacional del fútbol? ¿Una empresa estadounidense en su lugar? Creo que es una decisión equivocada donde el comercio destruye una tradición y un pedazo de nuestro hogar…”.
La decisión también provocó un malestar social ya que gran parte de la sociedad no está de acuerdo con que Nike vista a la Selección de Alemania y consideraban una tradición nacional, tener a Adidas en el equipo. De hecho, parte de los futbolistas del plantel también estarían disconformes con este final, que lógicamente, se vio reflejado en la bolsa. Tras conocerse la ruptura, las acciones de Adidas perdieron casi el dos por ciento de su valor, mientras que las acciones de Nike, subieron casi un 2,5 por ciento.
Nike, que venía de muchos golpes como perder a Neymar, romper relaciones con FC Barcelona y perder clubes como Manchester United, Arsenal o Boca Juniors, termina dando un golpe sin precedentes. Adidas, que creía tener el control de absolutamente todo el fútbol europeo, queda en el suelo buscando recuperarse. Llevará tiempo.
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