Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 46 segundos
Al cierre de enero, el último dato disponible, el crédito al consumo, uno de sus motores, avanzó 0.3% en su medición mensual, muy por debajo del ritmo de 1% reportado a lo largo del 2023; los segmentos más afectados fueron las tarjetas de crédito y de nómina. Autoridades como el Banco de México indican que los bancos han comenzado a reportar estrechez en sus condiciones generales de aprobación de préstamos.
A pesar de que el consenso de analistas anticipa un primer recorte a la tasa de interés durante la reunión de política monetaria del próximo jueves, con niveles de 11.25%, no vistos en 20 años, la posibilidad que el ciclo bajista se haga más lento, o sea de una menor magnitud está latente. Bajo estas circunstancias, el crédito bancario comenzó a perder impulso desde noviembre.
Entre diciembre y enero, la cartera de crédito destinada hacia el Sector Privado -empresas y familias- disminuyó en 0.2% en términos nominales; particularmente, la cartera de crédito hacia empresas y personas físicas con actividad empresarial, la de más peso dentro de la bolsa total, cayó 0.6%.
Datos del Banco de México arrojan que en el bimestre de septiembre a octubre del año pasado, el último dato disponible, la tasa de interés promedio ponderado por saldo relativa a los créditos al consumo, por ejemplo, colocó en 49.25% en lo que corresponde a los créditos personales. Dentro del mismo segmento, los préstamos de nómina cobraron una tasa de 27.63%, mientras la del crédito automotriz ubicó en 14.39%.
La cartera de consumo total, la segunda con la mayor influencia aumentó en enero de este año en 0.3% en términos nominales, a tasa mensual.
Citibanamex mencionó en una nota especial sobre el tema que en lo que resta del 2024 persistirá la desaceleración del financiamiento bancario, en la medida que el consumo y la inversión privados pierdan el brillo exhibido desde 2022. México cerraría este año con un crecimiento del PIB del 2.4%, desde el 3.2% de 2023.
“Estimamos que al cierre del año, el crédito de la banca comercial registre un crecimiento anual de 3.4%, desde la expansión de 5.6% observada en 2023”, señaló la entidad.
Riesgos
El resultado de enero implicó la suma de tres meses consecutivos de desaceleración del crédito bancario en México, luego de haber alcanzado una tasa anual real de 5.9% en octubre de 2023, la más alta reportada después de la pandemia originada por el Covid-19.
El área de research de BBVA México, el banco más grande del Sistema en términos de activos y cartera de crédito, mencionó en un escrito que parte de la desaceleración en el crédito podría responder a una menor generación de empleos formales, así como de una velocidad más lenta en la recuperación de los salarios reales.
El número de trabajadores afiliados ante el IMSS situó en enero un crecimiento de 2.9%, debajo del nivel del 3.1% reportado a largo del cuarto trimestre del año pasado, de acuerdo con el banco. El salario de los trabajadores inscritos ante el IMSS, a su vez, pasó de un crecimiento promedio anual de 6% en el cuarto trimestre, a niveles de 5.3% en enero pasado.
“En adelante podría esperarse que esta desaceleración continúe, ya que se espera un menor dinamismo de la actividad económica, y en particular de la inversión privada, mientras que las tasas de interés aún se mantienen en niveles elevados. Ambos factores podrían limitar el crecimiento de la demanda por financiamiento”, sostuvo.
En el primer mes del año, los saldos reales vigentes de crédito en el segmento de consumo observaron un crecimiento anual de 11.3% en términos reales, menor al ritmo observado un mes antes, de 12.3% real, de acuerdo con BBVA México.
Los segmentos con la mayor pérdida de pulso son las tarjetas de crédito, que representan el 38% del valor del segmento de los créditos al consumo, con ritmos de crecimiento que pasaron de 14.4% en diciembre, a 12.5% en enero, en términos reales.
Los créditos de nómina, alrededor del 25% del total del segmento de consumo, a su vez, pasaron de un crecimiento de 7.9% a otro de 6.6%, en dicho periodo.
En su informe sobre inflación relativo al trimestre de octubre a diciembre, el banco central mexicano expuso que en lo relativo al crédito de la banca comercial, el segmento de consumo moderó su paso al cierre del año pasado.
Dicha moderación se observó en las tarjetas de crédito y en los segmentos personales y de nómina, aunque su variación real anual continuó siendo elevada, dijo.
Sin embargo, el Banco de México destacó que los bancos reportaron un estrechamiento “en las condiciones generales de aprobación en la mayoría de los segmentos de consumo” en el cuarto trimestre, reflejo, en parte, de “una disminución en la tolerancia al riesgo de la cartera”.
En diciembre, un mes caracterizado por el aumento de circulante en la economía, la cartera vencida del segmento de crédito al consumo mostró un crecimiento real anual de 31%, una marca no vista desde diciembre de 2012.