Reafirma S&P Global calificación soberana México en “BBB” moneda extranjera; “BBB+” moneda local

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La primera calificadora global en hacer un movimiento en el año de las elecciones presidenciales indica que su escenario base considera que independientemente del resultado del 2 de junio, el próximo gobierno mantendrá una ejecución cautelosa de la política macroeconómica, lo que implica una política monetaria prudente y un retorno a déficits fiscales bajos.

La agencia de riesgos crediticios internacional, S&P Global dijo el jueves por la tarde que reafirmó las calificaciones soberanas de largo plazo de México, en “BBB” en moneda extranjera, y en “BBB+” en moneda local. Agregó que la Perspectiva se mantiene Estable

“La perspectiva estable refleja nuestra expectativa de que prevalecerá un manejo macroeconómico cauteloso durante los próximos dos años, a pesar de las complejas condiciones internacionales.

“Este horizonte incluye el período previo a las elecciones nacionales de junio, el período de transición presidencial y el inicio de la próxima administración”, aseveró.

S&P menciona que su escenario base considera que, con independencia del resultado de las elecciones presidenciales del 2 de junio, “el próximo gobierno mantendrá la ejecución cautelosa de políticas macroeconómicas de México, incluida una política monetaria prudente y un retorno a déficits fiscales bajos”.

“Consideramos que el próximo gobierno presentará un presupuesto para 2025 que reduzca el déficit público de 5% de este año” indicó la agencia con relación al déficit presupuestal presentado en el último año de la Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, de 4.9%, el mayor en casi 40 años.

La agencia anotó que México cuenta con condiciones macroeconómicas estables, donde el crecimiento real del PIB, superior al 3% durante 2023 y respaldado por una sólida demanda interna además de la moderación de la inflación, “preparan el camino para las elecciones nacionales de junio y la llegada de una nueva administración al poder en octubre”.

Dentro de sus proyecciones, S&P Global indicó que el crecimiento del PIB real per cápita del país permanecerá por debajo del de sus pares, con un nivel similar de desarrollo económico entre 2024 y 2027.

También destacó que la reafirmación del Soberano implica que no habrá cambios en iniciativas políticas de gran calado “que mejoren o perjudiquen el entorno de negocios de México”, o que afecten la tendencia del crecimiento económico en un año electoral también para Estados Unidos, el principal socio comercial del país.

Además, aseveró que los pasivos contingentes del país permanecen contenidos, “a pesar de que esperamos una probabilidad de respaldo extraordinario casi cierta del Soberano, en caso de ser necesario, para Pemex y la CFE”.

La calificadora internacional confirmó asimismo las calificaciones soberanas de corto plazo del país en “A-2” además de mantener sin cambio su Evaluación de Riesgo de Transferencia y Convertibilidad (T&C), en “A”.

Negativos y positivos

El escenario negativo contemplado por la agencia para México, que derivaría en una baja en las calificaciones en los siguientes dos años, consistiría en retrocesos inesperados en la gestión macroeconómica, o en las relaciones entre los socios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). También obstáculos que impidan el fortalecimiento de la cooperación comercial.

Junto con factores como la resiliencia de la cadena de suministro y los vínculos transfronterizos, los obstáculos podrían debilitar la inversión y la confianza de los inversionistas.

Si los déficits del gobierno son persistentemente altos, que se traduzcan en un aumento más pronunciado de lo esperado en la deuda del Gobierno Federal, “aumentarían los riesgos fiscales, y agravarían el riesgo de apoyo extraordinario a las empresas estatales, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y también podría dar lugar a una baja de las calificaciones”.

Del otro lado de la moneda, el Escenario Positivo señala una gestión política y económica eficaz que impulse la trayectoria “del débil” crecimiento económico de México, con un panorama de inversión más dinámico, por ejemplo, lo que podría “traducirse en un alza de la calificación”.

De manera similar, alimentarán el escenario positivo las iniciativas que impulsen la flexibilidad presupuestal, respalden las reservas fiscales, y aquellas que amplíen la base tributaria no petrolera para mitigar los potenciales pasivos contingentes provenientes de las empresas propiedad del gobierno relacionadas con el Sector de la Energía.