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En contrapartida al aumento récord del déficit fiscal de 4.9% para 2024, la entidad asevera que México debe ampliar su base impositiva, pues ayudaría a resolver las “crecientes necesidades de gasto en educación, salud e infraestructura” e impulsaría la productividad y el crecimiento a mediano plazo
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD, por sus siglas en inglés) elevó marginalmente su estimado de crecimiento para México de este año, de un 3.3% a un 3.4%, mientras reafirmó en 2.5% el de 2024.
En su Perspectiva Económica de noviembre divulgada este miércoles, la entidad dio a conocer que su expectativa de 2025 ubica una desaceleración del PIB a un 2%.
“Se prevé que la economía se expandirá un 2.5% en 2024 y un 2% en 2025, después de crecer un 3.4% en 2023”, dijo.
La OECD resaltó el déficit presupuestario en el que incurrió México para el próximo año del 4.9% del PIB, nivel no visto desde 1989.
Refirió que esto responde a un aumento significativo de asignaciones presupuestarias para el gasto social, en particular las pensiones universales no contributivas, y “los proyectos emblemáticos de infraestructura en el Sur” del país.
También notó los planes del Gobierno de que el déficit disminuirá al 2.1% en 2025, donde la medida oficial de deuda pública se mantiene “prácticamente estable”, en torno a una relación de un 50% frente al PIB.
En sus nuevos pronósticos, el organismo prevé que la inflación en México bajará a un 3.9% en 2024 y a un 3.2% en 2025.
En momentos de una demanda interna que sigue mostrando solidez, apoyada en la inversión, las exportaciones, y el nearshoring, la OECD resaltó que la política monetaria del banco central mexicano deberá seguir siendo restrictiva, donde las alzas continuas en la tasa de interés referencial colocan niveles de “hasta” 11.25%.
“La inflación general ha seguido debilitándose, pero como la inflación subyacente demuestra ser más persistente y las expectativas de inflación aún están por encima de la meta; la política monetaria debería seguir siendo restrictiva”, dijo.
“Se considera que la tasa de política se mantendrá en su nivel actual hasta la segunda mitad de 2024, cuando comenzaría a reducirse gradualmente”, agregó.
Fortaleza interna (y externa)
En su informe de noviembre “Restaurar el Crecimiento”, la OECD destaca que los indicadores a corto plazo de la economía mexicana muestran que el consumo se mantiene resistente y que la inversión tiende a crecer, apoyados en varios factores.
En materia de inversión, destaca la construcción no residencial, respaldada por proyectos de infraestructura pública que favorecen al Sur del país, así como la inversión en maquinaria y equipo relacionados con la deslocalización o el nearshoring.
“Los parques industriales mexicanos al otro lado de la frontera con Estados Unidos están a plena capacidad”, destacó.
El organismo internacional dijo que el crecimiento de las exportaciones y la producción manufacturera se han mantenido sólidos, particularmente dentro del Sector Automotriz.
Por su parte, el mercado laboral muestra solidez, con un desempleo bajo, de 2.9% con e último dato de septiembre, mientras que medidas más amplias del desempleo no nublan su resiliencia.
En México, los salarios reales han exhibido aumentos, respaldados por alzas en los salarios mínimos, revisiones salariales al inicio de año y ante la desaceleración de la inflación, después que el crecimiento en los precios tocó un pico a finales de 2022, alcanzando niveles superiores al 8%.
Sin embargo, el organismo internacional resaltó que la informalidad en el país ronda el 55% de la Población Económicamente Activa (PEA).
Además, la participación de las mujeres en el mercado laboral está aumentando, aunque sigue siendo significativamente menor que en sus pares regionales y otros países de la OCDE, agrega.
Citando una medida más amplia, el desempleo del país ronda el 20%, aunque la OCDE afirma que “parece haber suficientes recursos del mercado laboral disponibles para responder a los aumentos de la demanda derivados de la actual deslocalización de actividades a México”.
Productividad, la clave
En su reporte de noviembre, la entidad destacó que México requiere ampliar su base impositiva.
La medida ayudaría a responder a las crecientes necesidades de gasto en educación, salud e infraestructura, así como salvaguardar el compromiso con la sostenibilidad de la deuda, “e impulsar la productividad y el crecimiento a mediano plazo”
Asegura que mejorar el acceso y la calidad de la educación y los cuidados de la primera infancia apoyaría la participación femenina en la fuerza laboral, fomentaría las perspectivas de crecimiento, y reduciría desigualdades.
Otro pendiente de México es reducir el costo regulatorio a nivel estatal y municipal durante el proceso de formalización de las empresas, para alentar su crecimiento.
Mejorar los mecanismos de resolución de conflictos laborales, además, apoyaría al empleo formal y lograría una productividad más fuerte.
La OECD refiere que México tiene una asignatura pendiente también en materia de transición a energías renovables y en promover un transporte público urbano e interurbano que reduzca las emisiones y el uso de combustibles fósiles.