Crece México por ímpetu de inversión privada más que pública: UBS

Fotografía: NatanaelGinting

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 44 segundos

Refiere que la inversión privada comenzó su despegue en el último tramo de 2022, impulsada por una evolución de la política fiscal de EUA, con un andamiaje legal que estimula la inversión productiva de ambas naciones, en el marco del T-MEC

El banco de inversión suizo UBS dijo en un escrito distribuido el martes que la actividad económica de México sigue superando las expectativas creadas para 2023, ante “un repunte considerable de la inversión privada”.

El auge de la inversión productiva que experimenta el país desde el cuarto trimestre del año pasado “puede ser una señal de confianza en el acercamiento de la producción hacia México a raíz de las reglas de origen del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)”, resalta.

El tema ha suscitado interés porque en la última década se había tenido la impresión de que el principal impedimento para el crecimiento del país había sido la escasez de inversiones.

UBS menciona también la dinámica en la inversión en la construcción de los proyectos en marcha del Gobierno Federal, como el Tren Maya y el tren interurbano entre Toluca y Ciudad de México.

También enumera las estaciones interurbanas para conectar el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la renovación de las líneas

1 y 12 del metro de la Ciudad de México y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

“Sin embargo, la inversión pública apenas supera el 10% de la inversión total”, asevera.

Ventaja transfronteriza

UBS pone de relieve eventos como la evolución de la política fiscal de Estados Unidos, el principal socio comercial de México, que se ha traducido en un gasto en la construcción de las industrias manufactureras.

Este ritmo duplica con creces las tasas exhibidas hace apenas un año, lo que resulta favorable para la demanda inmobiliaria industrial de este lado de la frontera.

El banco señala los beneficios de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) que incentiva la producción de vehículos eléctricos en EUA, pero también en México.

También hace hincapié en la Ley de Chips y Ciencia promulgada en agosto de 2022 para impulsar la producción de semiconductores a ambos lados de la frontera.

La IRA contempla créditos fiscales para producir vehículos eléctricos donde un porcentaje determinado de los autos y de los componentes de las baterías procedan de EUA, o de uno de sus socios comerciales directos, como México.

Por su parte la Ley de Chips y Ciencia facilita que los fabricantes estadounidenses incorporen a México en la cadena de suministro en fases como los ensayos, el empaquetado y el montaje, que podrían requerir de mano de obra abundante.

“Aprovechar las posibilidades de fabricación a ambos lados de la frontera mejora la seguridad de la cadena de suministro y reduce los costes totales” abundó Gabriela Soni, jefa de estrategias de inversión y CIO en México para UBS, junto a su equipo de expertos.

Más incentivos

El banco suizo anticipa que el apetito por la inversión en México podría seguir creciendo ante nuevos incentivos fiscales anunciados en días pasados por el Gobierno mexicano para aquellos contribuyentes que se desenvuelven en sectores clave dentro de la Industria Exportadora.

Apenas el 11 de octubre, se promulgó un decreto presidencial que concede beneficios fiscales, entre ellos la depreciación acelerada

para inversiones en activos nuevos realizadas entre el 12 de octubre y hasta el 31 de diciembre de 2024.

Además, habrá otra deducción fiscal por el aumento en el gasto para

capacitación de trabajadores de 2023 hasta el 2025.

“Creemos que el decreto supone un paso en la dirección correcta para promover la inversión en el país”, asevera el banco.

No obstante, advierte que el Gobierno mexicano deberá asegurar que esas medidas no entren en conflicto con los compromisos establecidos con sus socios comerciales del bloque comercial de Norteamérica.

Diques

UBS señala que pese a que el crecimiento económico de México deberá verse favorecido a medio plazo por el aumento de la inversión productiva, en el horizonte se vislumbran problemas.

Y es que el acercamiento de la producción exige una renovación “considerable” de la infraestructura de transporte en materia de puertos, aeropuertos, ferrocarriles y puestos fronterizos en México, donde el país tiene claros déficits.

También la inversión mantiene “la inquietud” en torno a la capacidad del país para dar cabida a una afluencia “considerable” de nuevas instalaciones de producción.

“Las inversiones que está recibiendo el país ya están creando cuellos de botella por la inestabilidad de la transmisión de electricidad, la escasez de agua y el limitado espacio industrial”.

Además, hay preocupación en torno al Estado de Derecho, reavivada por las modificaciones recientes impuestas por el Gobierno a la estructura tarifaria de los aeropuertos privados.

Estos problemas podrían impedir que México se beneficie al cien por cien de las tendencias de la relocalización, advirtió la entidad.