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Según el CEESP, “en la medida en que los proyectos referidos no sean económicamente rentables, habrá necesidad de subsidios por años”.
Los proyectos emblemáticos de la actual administración —como el Aeropuerto Felipe Ángeles, la Refinería Olmeca, el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec— demandarán subsidios y presentarán pérdidas duraderas “por años”, consideró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Luego de que la Cámara de Diputados aprobara un techo de endeudamiento para 2024 de casi 2 billones de pesos, el CEESP recordó que “la regla de oro” de las finanzas públicas es que el endeudamiento público sirva para financiar proyectos de inversión rentables, mientras que el gasto corriente se financia con ingresos recurrentes.
Sin embargo, los gobiernos recientes —incluido el de Andrés Manuel López Obrador— han roto con esta regla de oro ya que “la deuda pública ha aumentado en forma constante durante esta administración, con mayor fuerza en 2021 y, sobre todo, en el programa oficial para 2024.
El endeudamiento para 2024 no se debe solo a la terminación de los proyectos emblemáticos del actual gobierno —sostuvo el CEESP— sino a mantener un elevado gasto corriente para el año próximo.
Por este motivo, el CEESP advirtió que la tendencia a la insostenibilidad de las finanzas públicas “es un riesgo que podría materializarse durante la siguiente administración”.
“El riesgo se agrava debido a muchas necesidades apremiantes, entre ellas, los grandes requerimientos de gasto corriente y de inversión en Salud, Educación y Seguridad Pública; las presiones inerciales del gasto en pensiones y jubilaciones y el costo de la deuda pública; y la inversión requerida en infraestructura y logística, si se pretende aprovechar plenamente la oportunidad de la relocalización (nearshoring)”, agregó .
“Más aún —continuó el CEESP— el riego de la insostenibilidad de las finanzas públicas a futuro se agrava significativamente en la medida de que los proyectos de inversión favoritos de este gobierno carezcan de rentabilidad económica. No hay estudios previos de rentabilidad social para ellos —como lo manda la ley de presupuesto— y hay múltiples indicios de que no la alcancen”.
“En la medida en que los proyectos referidos no sean económicamente rentables, habrá necesidad de subsidios por años —en el tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles, por ejemplo— o pérdidas duraderas posiblemente de la refinería de Dos Bocas, por las circunstancias globales de la actividad y por ser una línea tradicionalmente de pérdidas de Pemex”, concluyó el CEESP.
