El Almacenamiento de Granos: Esencial en la Gestión de Crisis Alimentarias y Desastres Naturales

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El almacenamiento de granos juega un papel crucial en contextos de crisis alimentarias y desastres naturales. En situaciones donde el acceso regular a alimentos frescos y nutritivos se ve comprometido, contar con la presencia de un silo de almacenamiento de granos puede marcar la diferencia entre la seguridad alimentaria y el hambre para muchas personas. En casos de crisis alimentarias, como sequías, inundaciones, conflictos armados, o pandemias, la producción agrícola puede verse seriamente afectada, lo que conllevaría a una escasez de alimentos básicos y a un aumento en los precios.

 

Una Vista General a las Crisis Alimentarias

A día de hoy, aproximadamente 828 millones de personas en todo el mundo padecen hambre, lo que equivale al 10% de la población mundial. La actual crisis alimentaria mundial es la culminación de diversas causas y desencadenantes. Estos incluyen el cambio climático, los conflictos, la pandemia de COVID-19 y las recesiones económicas. Estos factores, en sí mismos, plantean un desafío importante para las personas. La crisis que generan en términos de escasez de alimentos tiene el potencial de reducir su existencia a una lucha constante por la supervivencia.

 

Sin ir más lejos, la producción y el suministro de alimentos en Yemen, Etiopía, Haití y Ucrania, se han visto gravemente interrumpidos debido a conflictos armados y guerras de bandas. Concretamente, el conflicto armado en Yemen ha causado una crisis humanitaria masiva, con millones de personas desplazadas y en riesgo de hambruna.

 

Por otra parte, es importante mencionar, que incluso antes del estallido del conflicto ucraniano, los precios del trigo y los fertilizantes ya habían aumentado considerablemente debido a la inflación generalizada en varios países. Actualmente, la guerra en curso sólo sirve para exacerbar aun más la situación, lo que tiene como resultado un efecto crítico en el mercado global.  El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha estimado que los precios de los alimentos se han disparado una media del 33% en todo el mundo desde enero de 2020. Los precios de los fertilizantes, que son cruciales para la agricultura, también han experimentado un aumento asombroso de hasta el 202% durante el mismo período. Además, los costos de transporte han aumentado debido a un aumento del 49% en los precios de la gasolina. Esta inflación de precios ha afectado todos los aspectos de la cadena de suministro, desde la producción y el procesamiento hasta la adquisición de alimentos.

 

Asimismo, en el contexto actual, es imposible pasar por alto las secuelas de la pandemia de COVID-19. El Programa Mundial de Alimentos informa que la cantidad de personas que padecen hambre aguda se ha visto incrementado en la friolera de 200 millones desde 2020, y actualmente asciende a 349 millones. La prevalencia de la inseguridad alimentaria ha aumentado a medida que más personas se han visto afectadas por la pandemia. Las consecuencias económicas de la pandemia, incluidas las interrupciones en las cadenas de suministro mundiales, los reveses en la producción y el debilitamiento general de la economía mundial, han contribuido al creciente número de personas que padecen hambre.

 

Desastres Naturales y la Interconexión con la Seguridad Alimentaria

Los desastres naturales pueden tener un impacto significativo en la producción de alimentos, provocando pérdidas de cultivos y ganado, destrucción de infraestructura y perturbaciones en las cadenas de suministro y los mercados. Las regiones afectadas por sequías e inundaciones experimentan una crisis alimentaria catastrófica. Sin ir más lejos, en 2015, una grave sequía en Etiopía provocó la pérdida de más de 10 millones de cabezas de ganado, causando una gran disminución en la producción de carne y leche. De manera similar, las inundaciones de 2011 en Tailandia destruyeron más del 14% de los arrozales del país, provocando una reducción del 40% en las exportaciones de arroz. De igual modo, el terremoto de 2010 en Haití generó un aumento significativo de los precios de los alimentos, lo que dificultó el acceso de muchas personas a los alimentos básicos. Y lo peor es que se espera que la frecuencia de estas condiciones climáticas extremas aumente debido al cambio climático.

 

No cabe duda de que el cambio climático presenta desafíos importantes para la producción de alimentos, lo que resulta en una reducción del rendimiento de los cultivos y un aumento de los costos. Esta evolución crea importantes reveses tanto para los pequeños agricultores como para los consumidores.

 

El Rol de los Silos en la Seguridad Alimentaria durante las Crisis

Ante escenario y a medida que la amenaza de la inseguridad alimentaria continúa acechando, un número cada vez mayor de países ha tomado medidas para ampliar su capacidad de almacenamiento de cereales mediante la implementación de silos. La crisis alimentaria de 2007-2008 y la posterior crisis de precios de 2010-2011 han creado una sensación de urgencia en los gobiernos para abordar el problema. Los silos han surgido como la mejor solución. Al crear reservas estratégicas de cereales, se pueden mitigar las crisis de precios y las fluctuaciones del mercado. El riesgo de suministro también se puede minimizar proporcionando tiempo crítico para encontrar rutas de suministro alternativas en tiempos de crisis. Las reservas estratégicas sirven como una solución a corto plazo mientras los funcionarios gubernamentales consideran opciones a largo plazo en caso de escasez de suministro.

 

Tecnologías de Almacenamiento de Granos

Las tecnologías actuales de almacenamiento de granos han experimentado un gran avance en los últimos años, tanto en términos de eficiencia como de sostenibilidad. Estas tecnologías permiten una mejor preservación y protección de los alimentos, asegurando un suministro constante y de calidad para los consumidores. Una de las tecnologías más utilizadas en la actualidad es el almacenamiento en silos.

 

Los silos son estructuras verticales diseñadas para almacenar grandes cantidades de grano, optimizando el espacio y facilitando la manipulación de los mismos en un ambiente controlado.

 

  • Uno de los beneficios importantes de los silos y el almacenamiento estratégico de granos es la prevención del desperdicio y deterioro de los alimentos. Estas estructuras ayudan a proteger los granos de plagas, humedad y otros factores ambientales que podrían deteriorarlos, ya que cuentan con sistemas de control de temperatura y humedad, lo que permite mantener las condiciones óptimas para la conservación de los alimentos y evitar la proliferación de plagas y hongos.
  • Además, los silos y almacenamientos estratégicos de granos garantizan la preservación de la calidad e inocuidad, ayudando a mantener el valor nutricional de los cereales, que es esencial para la salud de las personas y las comunidades.
  • Por último, aseguran la disponibilidad de alimentos durante la escasez y las emergencias, proporcionando una excepcional reserva de alimentos que se puede utilizar en tiempos de crisis, como desastres naturales o conflictos.

Conclusiones

Como se puede apreciar, no se puede subestimar la importancia del almacenamiento de cereales para mitigar las crisis alimentarias y los desastres naturales. El almacenamiento adecuado de cereales es crucial para garantizar la seguridad alimentaria y proporcionar una fuente confiable de alimentos en tiempos de crisis y ante desastres naturales que se están viendo favorecidos cada vez más como consecuencia del cambio climático.

 

No cabe duda, de que los silos de almacenamiento de cereales desempeñan un papel protagonista en la preparación para casos de desastre, y los sistemas eficientes de almacenamiento y distribución son esenciales para dar respuestas eficaces a las crisis alimentarias.

 

Por lo tanto, invertir y mantener en estos sistemas es primordial para protegerse contra la inseguridad alimentaria y garantizar la resiliencia frente a desastres naturales y otras crisis.