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Los Bonos de Carbono se están convirtiendo en un instrumento de intercambio financiero que beneficia al medio ambiente; son una oportunidad de mercado que toda empresa debería de conocer.
Con el paso de los años, la manera de hacer negocios se ha deslindado de la responsabilidad del cuidado del medio ambiente, en especial las principales industrias emisoras de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Los GEI son gases que absorben el calor y contienen el mismo dentro de la atmósfera. Son la principal causa del cambio climático derivado del efecto invernadero y de otros fenómenos que afectan al medio ambiente y por ende a la humanidad.
Como respuesta ante la problemática, se crearon los Bonos de Carbono, también conocidos como Créditos de Carbono o Certificados de Carbono. Estos se obtienen mediante la implementación de proyectos medioambientales cuyo objetivo es capturar los GEI que se encuentran en la atmósfera, buscando tener un “saldo a favor” en la emisión de los mismos.
Los Bonos de Carbono ayudan a las empresas a reducir sus impactos ambientales, y una vez obtenidos, pueden ser comercializados en el mercado financiero ya que operan como cualquier otro instrumento de acuerdo a la relación oferta-demanda. Es decir, si una empresa está emitiendo más gases de los que permite la autoridad, ésta se ve en la necesidad de comprar bonos verdes de otra empresa. Por lo contrario, si una empresa realiza proyectos que procuren la absorción de GEI, podrá vender estos bonos a aquellas que lo demanden.
Para que los Bonos de Carbono sean otorgados por el Banco Mundial, primero se tiene que verificar que la empresa lleve a cabo proyectos que realmente promuevan una reducción real de GEI. De igual forma, estos proyectos tienen que perdurar en el tiempo y debe de existir un método de cuantificación de las emisiones para efectos de verificabilidad por parte de la autoridad. Este proceso se lleva a cabo por un tercero, para garantizar la veracidad de los proyectos.
Por ejemplo, Microsoft, la reconocida empresa de tecnología, está apostando por este mercado. En conjunto con Rabobank y Solidaridad Network trabajan con caficultores colombianos captando CO2 en 36 mil hectáreas de fincas cafeteras de Colombia y Perú.
Otras empresas que están dentro del mercado de los Bonos de Carbono son Danone, Sony, Intel y Aeroméxico, por mencionar algunas.
Este innovador mercado dedicado al cuidado del medio ambiente está creciendo cada vez más, por lo cuál, todas las empresas deberían de voltear a ver esta gran y provechosa iniciativa que abraza nuestro planeta.