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Una verdad absoluta sin otros datos; El básquetbol es el segundo deporte más practicado en México. No es un sueño o un invento de un apasionado de esta disciplina sino una realidad que cualquiera puede constatar.
Un deporte que llegó a México a principios del siglo pasado y desde el primer momento maravilló a todo un país.
Si encuentras una portería de fútbol en nuestro país les aseguro más veces que no habrá una canasta también. De hecho no existe un solo rincón a lo largo y ancho de la gran República Mexicana en donde el básquetbol no haya dejado huella.
Siempre habrá practicantes de artes marciales, maratonistas o amantes del pádel, pero hay algo único y especial con un balón, canasta y aro (la red es opcional) que seduce a una infinidad de personas todos los años.
Cómo olvidar a los niños triquis de Oaxaca que ni siquiera necesitaron de calzado para cautivarnos con su gran historia.
Así como ellos, varios más encontraron en el básquetbol la forma de alcanzar sus metas.
Un deporte que llegó a México a principios del siglo pasado y desde el primer momento maravilló a todo un país.
Antes de los Horacio Llamas, Lalo Nájera y Gustavo Ayón dominaban la duela Manuel Raga, Arturo Guerrero y Carlos Quintanar.
Un juego que se convirtió en ráfaga con el legendario coach Constancio Córdoba y que nos llevó a ganar medalla olímpica con el bronce obtenido en Berlín 1936.
Los cimientos son fuertes. La afición entregada. Hay jugadores talentosos y pasión por doquier. El gobierno, iniciativa privada y patrocinadores apoyan también.
Es decir, tenemos todo lo necesario para ser una potencia mundial pero siempre nos hacemos la misma pregunta.
¿Porque no lo hemos logrado?
Necesitamos cortar de raíz la corrupción y ambición de los “burócratas de la duela” para dejar atrás décadas de retraso y pobres resultados.
México regresó a un Mundial de Baloncesto en el 2023 tras nueve años de ausencia con lo cuál solamente suma 6 participaciones en toda la historia. El octavo lugar en el campeonato de 1967 es el mejor resultado obtenido.
En los Juegos Olímpicos hemos estado presentes en 7 de las 20 ediciones siendo la última en Montreal 1976.
Los pobres resultados en competiciones internacionales siempre apunta al mismo lugar; los dirigentes del básquetbol quienes no quieren dejar morir su ambición por el poder y lo económico.
No hay alguien que me pueda decir lo contrario porque yo lo viví en carne propia. Una historia de terror que ya les contaré más adelante.
Tristemente los grandes afectados son los niños y jóvenes que se pierden la posibilidad de brillar por falta de apoyos y rumbo.
Al final hay mucha gente buena que busca sacar adelante un deporte que es tan querido en México pero primero necesitamos cortar de raíz la corrupción y ambición de los “burócratas de la duela” para dejar atrás décadas de retraso y pobres resultados.
Es la única manera de recuperar nuestro básquetbol.
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