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En la Ráfaga
Por Guillermo Schutz
Cada 4 años los verdaderos aficionados circulan en su calendario el mundial de básquetbol. No me malinterpreten, el fútbol tiene lo suyo con su copa de la FIFA, pero lo que podemos experimentar en las duelas es un sentimiento único que nos cautiva como ningún otro deporte en el planeta.
El lugar que anteriormente solo estaba reservado para el fútbol ya tenía otro invitado.
Si no me creen solo hay que recordar el mejor equipo jamás creado. Claro que muchos señalarán selecciones de soccer encabezadas por Messi, Maradona o Pelé. Otros defenderán al Real Madrid de los galácticos o el Barcelona de Guardiola.
Los amantes del béisbol hablarán de los Yankees de Nueva York mientras que los apasionados del fútbol americano tendrán los equipos de Tom Brady o Joe Montana en la cima de sus preferencias.
Inclusive habrá alguno que otro que presuma a los All Blacks de Nueva Zelanda en el Rugby cómo los mejores y mas ganadores de todos los tiempos.
Sin embargo hay un solo conjunto que de una u otra manera es mencionado constantemente y que sin duda cambió para siempre el mundo al trascender más allá del deporte.
DREAM TEAM de Barcelona 1992.
Un equipo que como lo indica su nombre nos hizo soñar. Michael Jordan, Earvin “Magic” Johnson, Larry Bird y compañía marcaron un antes y después en la manera de vivir la pasión deportiva mostrándonos los verdaderos alcances del básquetbol.
En otras palabras…
El lugar que anteriormente solo estaba reservado para el fútbol ya tenía otro invitado.
Y es que lo vivido en los Juegos Olímpicos inició un efecto en cadena que llevó al resto del planeta a querer hacer lo mismo que el equipo de ensueño.
De hecho en la actualidad la NBA, la mejor liga de baloncesto en el mundo, presume a 120 jugadores internacionales de 40 países y 6 continentes. Es decir de prácticamente todos los rincones del planeta.
El mundial de básquetbol en Canadá 1994 fue el primer ejemplo. Aunque Estados Unidos nos volvió a mostrar su poderío con Shaquille O’Neal cómo su figura central; Rusia, Croacia, Australia y Puerto Rico empezaban a darnos destellos de un futuro brillante.
En ediciones posteriores FR Yugoslavia (Serbia y Montenegro), Argentina, Alemania, España, Grecia, Francia, Lituania y Serbia nos cautivaron con un juego único e innovador.
Hoy el básquetbol vive sus mejores momentos gracias a las figuras que crecieron idolatrando a esos grandes equipos.
Estrellas como Giannis Antetokounmpo, Luka Doncic, Nikola Jokic, Joel Embiid, Pascal Siakam, Domantas Sabonis, Shai Gilgeous-Alexander o Al Horford son sólo algunos ejemplos.
De hecho en la actualidad la NBA, la mejor liga de baloncesto en el mundo, presume a 120 jugadores internacionales de 40 países y 6 continentes. Es decir de prácticamente todos los rincones del planeta.
Lo que convierte al mundial de básquetbol en la vitrina perfecta para apreciar esta extraordinaria diversidad y talento.
Tan solo hace unos días concluyó la edición 2023 en Japón/Filipinas/Indonesia y por primera vez en la historia, Alemania se levantó como campeón al superar en una dramática final a Serbia.
Selecciones como Italia, Letonia y República Dominicana nos hicieron vibrar con partidazos inolvidables mientras que otros cómo Estados Unidos nos demostraron que el nombre ya no es suficiente para ganar el campeonato.
Son solo 32 selecciones las que compiten por el título mundial pero prácticamente todos los países del planeta tienen un representativo con el cuál sueñan algún día replicar su “Dream Team.”
Por cierto, por si se lo preguntan, México también logró una clasificación histórica al torneo pero luego se cayó a pedazos.
Pero ese es tema para otro día…
Guillermo Schutz
Guillermo Schutz es uno de los mejores comentaristas deportivos del momento con amplios conocimientos en el deporte ráfaga. Durante más de 16 años ha cubierto, comentado y narrado una gran cantidad de encuentros deportivos desde copas mundiales de fútbol, Juegos Olímpicos, así como los partidos de las grandes ligas. Ha sido columnista en la Organización Editorial Mexicana, conductor de la Liga Sisnova LNBP sin olvidar su faceta como jugador y entrenador de baloncesto.
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