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Los dirigentes de la Selección Mexicana deberían hacer un reporte de actividades en solo tres o cuatro renglones y sería más o menos así: “Nuestra actuación en el mundial 2023 ha sido la más pobre para el deporte ráfaga nacional en este evento, no se ganó un solo juego de ronda de grupos, se consiguieron dos victorias frente a equipos grises, finalmente nos ubicamos en el puesto 25 de un total de 32 participantes y la historia nos dice que es el lugar más bajo obtenido para México.”
Seguido de un pobre pero lógico informe, el basquetbol mexicano tiene más áreas de oportunidad para trabar que un territorio desértico donde se pretende levantar un bosque, el detalle y la pregunta más frívola es ¿Y quién es el Basquetbol Mexicano? Empezando desde ADEMEBA que dice que nunca tienen dinero, pasando por el entrenador de la selección y la extensión de contrato que le dio la misma Asociación y que en realidad nadie sabe cual fue el curriculum de campeonatos ganados que presentó como para ganar la candidatura de “Coach”, hasta la Liga profesional de México que siempre se lava las manos para decir que no son promotores ni desarrolladores de talento mexicano, pero que curiosamente la mayor cantidad de jugadores que integran la Selección los representa la misma agencia que tiene como directivos a las “manos que mecen la cuna”, entonces… ¿quién es el responsable?
La generación perdida del basquetbol jugó los Panamericanos en el 2019 en Perú, en su mayoría prospectos NCAA que traían toda la escuela, disciplina y formación del mejor basquetbol, eran 6 los colegiales (incluido el jugador que ahora es del Miami Heat en la NBA), es decir, la mitad del equipo. A esa selección la mandó llamar el entrenador que en ese momento tenía 2 de sus 3 campeonatos conseguidos en la LNBP y además había jugado ya 5 finales de Liga, nada mal para un curriculum de entrenador dirigiendo la selección. Después de esos Juegos Panamericanos no hay evidencia o conocimiento que “El Basquetbol Mexicano” los haya mandado llamar a entrenar o a hacer campamentos en los veranos para dar seguimiento y continuidad a las selecciones nacionales… es más, 10 jugadores de esa selección no llegaron al Mundial 2023 y mucho menos el seleccionador, y para variar, en ese mismo proceso de ventanas FIBA se jugaron con experimentos de entrenadores, unos que iban a sacar el compromiso pero luego ya no podían o “la mano que mece la cuna” ya no autorizaba y en el peor de los casos un experimento con un coach extranjero de la Liga ABE (Universitaria de México) que fue a caer de rodillas frente al sol enfrentando a Bahamas.
A medio camino llegaría la iniciativa privada (pero no las marcas de la mano que mece la cuna) a tomar ese desorden y logró poner orden, dinero, sueldos y giras en la organización. Pero no duró mucho, la historia ya la conocemos.
Reflexionemos… ¿Qué sigue para el basquetbol de México?, ¿cómo mejorar?, ¿es la actual fórmula de trabajo la idónea?, ¿a quién le rinde cuentas ADEMEBA?, ¿cómo trabaja ADEMEBA con los infantiles que son la semilla del futuro?, ¿quién elige a los directivos?, ¿está el basquetbol mexicano inmune a la corrupción?, ¿tiene el país una generación para suplir a la que ya está caduca?, ¿tiene ADEMEBA una estrategia y plan de trabajo?, y si la tiene, ¿cuál es?, ¿el sector profesional ayuda o solo recauda dependiendo de la conveniencia?
No queda de otra, más que seguir contando con jugadores con el suficiente talento y con la surte de irse a estudiar desde la prepa a Estados Unidos y que su nivel de juego más el apoyo de sus familias les dé para jugar en la NCAA, estos jugadores serán los que sigan sacando la cara por el basquetbol nacional como los Jorge Gutiérrez, Paco Cruz o los nacidos en USA como Orlando, Stoll, Ibarra o Amigo para que finalmente la Asociación de Basquetbol pueda decir que se está haciendo la chamba y que seguimos con vida para pelear un boleto a las olimpiadas.
Habría que preguntarle a la generación de Manuel Raga y Arturo Guerrero ¿qué opinión tiene de todo esto? y porqué no, darles voz a ellos que consiguieron un 8º lugar en un mundial y que además fueron parte de victorias mundialistas sobre Argentina, Australia, Italia y cayeron apenas con la Yugoslavia y la Unión Soviética… algo de provecho y positivo aportarán ellos para que no sean de la generación olvidada del basquetbol mexicano, ya que la generación perdida nunca llegó a la meta.