Revisan pobreza y desigualdad a lo largo de las últimas tres décadas

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A partir de 2005 casi 4% de la población carece de ingresos suficientes para adquirir la canasta alimentaria; es decir, no superan el umbral de pobreza extrema.

Redacción/UNAM

Con el propósito de contribuir a comprender mejor la situación de la pobreza y la desigualdad en nuestro país a lo largo de los últimos 30 años, el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED), de la UNAM, presentó su micrositio “PUED – Pobreza y desigualdad en el ingreso en México”, e inició un foro de discusión sobre las políticas públicas, a fin de avanzar en la erradicación y abatimiento de estos fenómenos.

La coordinadora de Humanidades de la Universidad Nacional, Guadalupe Valencia García, consideró un acierto que esa entidad universitaria convoque a la academia, gobierno y sectores civiles a debatir sobre estos problemas y las circunstancias que ralentizan el desarrollo nacional.

“Nos congratula conocer este nuevo micrositio creado por el PUED sobre pobreza y desigualdad en relación con el ingreso de los hogares, una labor realmente destacable no solo en términos metodológicos y de análisis multifactoriales de datos, sino con una sencillez y amabilidad que permiten comprender datos que clarifican cifras y circunstancias a lo largo de tres décadas de estudio”, externó la socióloga.

A su vez, Enrique Provencio Durazo, coordinador del PUED, destacó que el Foro Tres décadas de pobreza y desigualdad en México busca avanzar y profundizar en la discusión de los recientes datos que presentó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) sobre el comportamiento de la pobreza; y de los resultados sobre la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH) que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

“Nos convoca uno de los temas torales de México: la pobreza y desigualdad, que a lo largo de nuestra historia han estado presentes y que, por un lado, son cada vez más conocidas y documentadas, pero que siempre suman nuevas facetas para el análisis y, sobre todo, la acción social, económica y colectiva del país”, comentó el economista en el acto efectuado en el Auditorio Jesús Silva Herzog, del Posgrado de la Facultad de Economía (FE).

En tanto, Fernando Alberto Cortés Cáceres, investigador del PUED y emérito del Sistema Nacional de Investigadores, recordó que según los datos del CONEVAL, entre 2018 y 2022 el porcentaje de la población en situación de pobreza multidimensional, a nivel nacional, pasó de 41.9 por ciento a 36.3 por ciento; pero, si la información es revisada con el Módulo Estadístico de Comparación (MEC), en un ejercicio realizado por el PUED, la cifra es de 41.82, es decir, no ha variado.

“Llama la atención porque en 2016, 2018 y 2020 las dos mediciones van muy pegadas, solo se abren en 2022, y lo mismo ocurre –en menor medida- al medir la pobreza extrema. Es decir, lo que muestra la medición de la pobreza usando el MEC es una caída mucho menor que la que se registró; hay un quiebre respecto a los resultados anteriores, no sabemos a qué se debe”, subrayó Cortés Cáceres.

Más adelante, durante el foro de discusión, Gerardo Esquivel Hernández, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, rememoró que si bien de 2016 a 2018 hubo reducción en los niveles de desigualdad, la diferencia es que fue resultado de la caída en el decil más rico, sin ningún beneficio para los hogares más humildes, mientras que de 2018 a 2022 se debido al mejor ingreso para los más pobres.

El también investigador de El Colegio de México abundó que un problema para que la gente reciba los beneficios que el Estado mexicano ofrece es la falta de información; ejemplo de ello es la desaparición del Seguro Popular, pero pese a que se dice que ahora está IMSS Bienestar, la gente no sabe cómo acceder a él y el resultado es que cada vez prosperan más los consultorios anexos a farmacias privadas.

Con él coincidió Alexandra Haas, directora de Oxfam México, quien enfatizó que la información debería estar cambiando la realidad; sin embargo, gran parte de la población sigue sin tener acceso a servicios de salud públicos.

“Hay una gran confusión entre los programas de alivio a la pobreza y los programas de protección social, y no hay mayor profundidad en la discusión pública de que ningún país, aún en los más desarrollados, vive sin programas sociales y la construcción de una red de protección social es una función propia del Estado. Pero pareciera en ciertas discusiones que el Estado no debería hacer nada por la gente y que cualquier programa social malgasta el dinero del Estado, lo cual es enormemente preocupante”, subrayó la abogada.

Ante estudiantes, académicos y público en general, Claudia Maldonado, académica e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco, resaltó que el principal desafío es que los datos muestran que pobreza y desigualdad son variables constantes.

“Desafortunadamente toda esta información acumulada nos habla de una enorme permanencia de las desigualdades regionales, territoriales entre grupos poblacionales, brechas entre el campo y la ciudad, de género, además de las brechas educativas”, acotó.

Rogelio Gómez Hermosillo, sociólogo por la UNAM, expuso que a partir de 2005 casi 40 por ciento de la población carece de ingresos suficientes para adquirir la canasta alimentaria; es decir, no superan el umbral de pobreza extrema.

“Da mucho gusto que la pobreza bajó, eso está muy bien, pero sigue estando alta y no es culpa de este gobierno. La pobreza está estancada y no corresponde a una economía de ingreso mediano-alto, porque tenemos que saber diferenciar los dos rostros: hay territorios o poblaciones que están permanentemente excluidos, pero la mayoritaria está en todo el país y viene del trabajo”, puntualizó el integrante de la iniciativa Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.