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Expertos señalaron también la debilidad de la economía china y la desaceleración de EUA como factores de riesgo, aunque la fortaleza del consumo interno compensaría parcialmente el panorama
La economía mexicana arrancó el tercer trimestre, hacia la última parte de 2023, manteniendo la resiliencia mostrada en los últimos meses.
Expertos coincidieron que un entorno donde varias economías se frenan por las elevadas tasas de interés, México mantiene firmeza por el impulso de su principal socio comercial, Estados Unidos, en la parte de la manufactura de exportación.
También resaltan una demanda interna sólida ante un mercado laboral estable y mayores percepciones salariales y de apoyo, y el ritmo de las remesas.
El Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) estimó que el mes pasado, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), clave para entender el PIB mexicano, creció 0.2% respecto a junio.
Las actividades secundarias, o el Sector Industrial o de la Transformación, subieron 0.3% mientras que el Sector de los Servicios lo hizo en 0.2%.
El IOAE de junio, para contabilizar el último tramo del segundo trimestre, por su parte, fue revisado al alza por el INEGI: de 0.2% hasta 0.4% a tasa mensual.
Pero la revisión del Sector Industrial fue la mayor sorpresa de los números definitivos de junio, desde el 0.1% preliminar, hasta el 0.6% según el Indicador Mensual de la Actividad Industrial, en el que se basó la medición.
El Sector Servicios, por su parte también se mantuvo al alza, para pasar de un estimado de 0.2% a un definitivo de 0.3%.
“Asumiendo que el IOAE muestra un crecimiento de 0% en agosto y septiembre, un crecimiento de 0.22% en julio sería suficiente para que el PIB del tercer trimestre muestre un crecimiento cercano a 0.48% trimestral”, destacó Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Financiero Base.
Dos indicadores adelantados reconocidos a nivel nacional, el IMEF Manufacturero y el IMEF No Manufacturero, colocaron en zona de expansión durante julio, en 51.8 y en 51.7 unidades, respectivamente.
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), que representa a 1,600 financieros en el país, aseveró al presentar el reporte que la actividad de la industria manufacturera recuperó frente “al lento dinamismo registrado en los primeros meses de 2023”.
La economía mexicana creció a tasas de 3.7% en los tres primeros meses del año mientras que, con cifras oportunas, en el segundo trimestre lo hizo a un ritmo de 3.6%.
Nubarrones
Expertos aseveraron que si bien hay una base para seguir creciendo, factores como el nivel de las tasas de interés por una postura de endurecimiento monetario por parte del Banco de México, entre lo más representativo, dificulta el panorama.
La tasa real efectiva, ex ante, descontando la inflación de los próximos doce meses, se sostiene restrictiva desde octubre del año pasado, lo que conlleva el riesgo de postrar temporalmente la actividad económica.
Según información del Banco de México, hasta abril de este año, con una tasa referencial de 11.25%, los créditos personales en el país cobran una tasa de interés de 51.06%.
Los créditos de nómina por su parte exhiben una tasa de 27.47%.
La agencia de riesgos crediticios Fitch Ratings indica que la tasa de interés en México prevalecerá alta, en línea con la postura del Banco Central de alcanzar una inflación de 3% en el horizonte.
El más reciente consenso del mercado sobre tasa de interés ve ahora niveles de 8.50% para 2024, desde el pronóstico anterior de 8.38%.
“Para el resto de 2023, esperamos que la actividad económica se desacelere, a medida que la expansión de la economía estadounidense pierda dinamismo, la mejoría del mercado laboral se atenúe, las tasas de interés reales aumenten y la confianza empresarial permanezca baja”, indicó a su vez en un reporte Citibanamex.
“Los datos económicos de China preocupan”, señaló el lunes por su parte el banco Invex. La segunda economía de importancia mundial tiene débiles exportaciones, un consumo a la baja y una caída en la inversión privada.
“Además de lo mencionado, se agrega la crisis que atraviesa el sector inmobiliario, en donde algunas desarrolladoras han incumplido el pago de bonos ante la falta de liquidez. Aunado a esto está la posibilidad de una deflación, lo cual deterioraría más el gasto de los hogares”, indicó el banco.