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Lograr impresiones a color de alta calidad puede ser fundamental para algunos profesionales entre los que se cuentan los diseñadores gráficos, los publicistas, pero también aquellos que al interior de su negocio quieren siempre el manejo de materiales de hechura muy cuidada.
Las técnicas que usan hoy en día las impresoras color son variadas, aunque evidentemente siguen presentes tanto la inyección de tinta como la llamada electrofotografía. Si bien la segunda de estas técnicas puede sonar menos común a la mayor parte de las personas, en realidad hemos estado conviviendo con ella desde hace tiempo.
La electrofotografía es un sistema que basa la impresión en un tóner y en la exposición o carga electroestática que mapea la imagen para su traslado al papel o algún otro material. Ahora bien, fue pensada originalmente como una técnica para reducir los tiempos de impresión de un volumen alto de hojas. Con el avance de esta tecnología, la finura y detalle de impresión se pudieron añadir a las impresoras que funcionan bajo este principio.
La inyección de tinta, si bien nos suena conocida por las variedades de multifuncionales de oficina disponibles en el mercado, es algo que se ha transformado mucho al paso de los años. Sí, esta técnica también se ha refinado en extremo y es indiscutiblemente la reina de los pequeños tirajes (un número limitados de ejemplares pero con muy buena calidad), por lo que sigue atrayendo a nuevos clientes en diferentes segmentos, tanto de empresas como de pequeños emprendedores.
Estas impresoras son más clásicas en el sentido de que la tinta se propaga en pequeñas gotas sobre el papel.
En términos generales, podemos pensar en que la opción de tóner y laser están destinados a quienes tendrán varios proyectos a lo largo del año, debiendo mantener siempre disponible la capacidad de impresión. La inyección puede resultar más útil para quienes la requerirán con menos frecuencia.
Lo que es un hecho, es que la impresora seguirá siendo una herramienta esencial, a pesar de que en muchos casos el documento digital haya sentado sus fueros. Para los acabados en papel es importante informarse debidamente antes de optar por una compra. Si bien las diversas técnicas de impresión a color han avanzado lo suficiente para dar un resultado de alto nivel, es mejor optar por la impresora que se adapte más a nuestros procesos.
No debemos olvidar que hay equipos de uso rudo que podrían estar subutilizados si en realidad nuestras necesidades son limitadas y si bien podemos lograr la impresión final óptima que queremos, eso también se hará dejando de lado las cualidades (y la inversión) más relevantes del equipo adquirido.
Cuando se pretenda comprar un equipo de impresión, es muy recomendable despejar todas las dudas que podamos tener con el proveedor, además de hacer una descripción clara de lo que buscamos lograr. Sin duda, un proveedor de estos equipos tiene elementos suficientes para aconsejarnos y esa es una ventaja que debemos aprovechar.
A la hora de elegir una impresora, la amplia gama de equipos es una ventaja que debemos saber aprovechar; la opción por la que optemos sea térmica, láser o inyección de tinta, lo más importante es que se ajuste a nuestras necesidades.