Cierra peso con depreciación en jornada “turbulenta”

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 21 segundos

La moneda mexicana mostró una depreciación de 0.85% frente al dólar en niveles de 17.0257, en una sesión marcada por la venta de activos no considerados refugio, tras la rebaja de la calificación de EUA

Los mercados financieros mexicanos sucumbieron al nerviosismo global derivado de la degradación de la nota Soberana de EUA por parte de Fitch Ratings la tarde del día previo.

Un reporte del banco local CI Banco apuntó que la noticia generó un reacomodo global de portafolios, provocando pérdidas en la mayoría de los activos de mayor riesgo.

Operadores agregaron que los inversionistas salieron a vender activos no considerados de refugio, como el dólar estadounidense o el oro, lo que impactó a la divisa mexicana y a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

El peso sufrió su tercera sesión consecutiva de pérdidas frente al dólar estadounidense, aunque el miércoles sobrepasó los volúmenes registrados en la jornada anterior, de 20,683 millones de dólares (mdd) según el último dato del Banco de México (Banxico).

“El nerviosismo y la volatilidad estuvieron ´contenidos´ pero con seguridad los volúmenes operados hoy serán superiores” indicó un operador de mesa de cambios.

Los niveles de cierre del miércoles no se veían desde el 11 de junio pasado, cuando la moneda nacional concluyó en las 17.0379 unidades por dólar.

¿Desplome?

La Bolsa Mexicana de Valores (BMV), por su parte, finalizó la sesión con una pérdida de 927.06 unidades o el 1.71%, colocando a su indicador líder en los 53,283.56 enteros.

Las acciones con el mayor retroceso fueron las de la minera Peñoles, con 5.8% menos; el gigante de medios Televisa, con 4.4% menos y el operador de servicios de telecomunicaciones Axtel, con 4% menos.

Los principales índices accionarios de EUA, por su parte, terminaron la jornada también con caídas, asimilando la decisión de la calificadora internacional Fitch Ratings de rebajar la nota crediticia de la principal economía mundial de “AAA” a “AA+”.

Los sectores que más impactaron el desempeño del S&P 500 fueron las Tecnológicas, con retrocesos de 2.6%; el de Consumo, con 1.8% y Comunicaciones, con 2.1%.

A pesar de la caída de las bolsas de EUA, el índice de volatilidad VIX uno de los barómetros más representativos para medir el sentimiento del mercado, tuvo una reacción de solo 2 puntos, para cerrar en 16.1 puntos.

Un reporte del banco Banorte mencionó que en 2011, cuando sucedió la rebaja de la nota crediticia de EUA por parte de otra calificadora, S&P Global Ratings, el VIX tuvo un acentuado ajuste de 16 puntos, cerrando en los 48 puntos.

Hace 22 años, el S&P 500 de la bolsa de Nueva York desplomó 6.7%. En comparación, este miércoles, el mismo índice retrocedió 1.38%.

Críticas

Larry Summers, ex secretario del Tesoro, señaló al darse a conocer la degradación de EUA que si bien el país enfrente retos fiscales de largo plazo, la decisión de Fitch fue “bizarra e inepta”.

También dijo que las agencias calificadoras siguen al mercado, no lo dirigen, especialmente en el caso de mercados ampliamente observados.

Nadie prudente debería cambiar su opinión con base en los comentarios de Fitch, declaró Summers.

Paul Krugman, nobel de economía, dijo que la historia detrás del cambio en calificación era sobre Fitch más que sobre EUA.

Krugman consideró que el país tiene un problema fiscal de largo plazo, pero no ve qué factor agravaría más la situación.

De hecho, dijo que la noticia económica más relevante de EUA en el último año ha sido el éxito en controlar la inflación sin provocar una recesión.

Jason Furman, ex presidente del Consejo de Asesores Económicos (CEA) de EUA, a su vez, mencionó que el cambio de calificación era “completamente absurdo”.

Al igual que sus pares afirmó que es difícil entender por qué el cambio se dio hasta ahora.

Resaltó que hace un año, la agencia de riesgos crediticios planteo criterios para disminuir la calificación de EUA.

Estos versaron sobre los términos de un aumento en la deuda sobre PIB, un deterioro en la gobernanza y el entorno macroeconómico, aunque estos criterios no apuntaban a un recorte en el Soberano.