Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 48 segundos
Se prevé que en México, los ingresos del mercado de NFT sean de $43.84 millones de dólares.
Los NFT (non-fungible token, en español “token no fungible”) son activos digitales exclusivos y raros, cuya originalidad y legitimidad están garantizadas por una blockchain (cadena de bloques) cifrada pero transparente.
Blockchain es lo que sustenta la Web 3.0. Hay muchas blockchains, que ofrecen diferentes beneficios, Bitcoin y Ethereum son ejemplos muy conocidos. Bitcoin fue la primera blockchain descentralizada y la segunda es una de las más exitosas.
“El principal problema con la avalancha de proyectos de imágenes de perfil, fue que la mayoría de los fundadores trataron de sacar provecho del ‘miedo a perderse algo’, conocido como ‘FOMO’, lo cual estaba ampliamente presente entre las personas que se perdieron los primeros proyectos de éxito. Esto condujo a un enfoque perjudicial de ‘vender primero, idear casos de uso después”; explica Moris Alhale, Director General de Snapmuse.io, una nueva plataforma tecnológica para creadores y aficionados a las redes sociales que recientemente se lanzó en América Latina.
Statista prevé que en México los ingresos del mercado de NFT sean de $43.84 millones de dólares (mdd) en 2023, con un crecimiento anual promedio (CAGR) del 16.48% entre 2023 y 2027, hasta llegar a los $80.71 mdd al final del periodo.
Y a nivel mundial, calcula sus ingresos para este año en $1,601 mdd, con un CAGR del 18.55% igualmente del 2023 al 2027, para cerrar en $3,162 mdd en 2027.
Aunque los NFT existen desde 2014, su salto a la fama se produjo durante la pandemia de Covid-19. A través del criptoarte, los NFT se han convertido en una nueva forma en la que los artistas protegen su propiedad intelectual (músicos, diseñadores, pintores, etc.) y monetizan sus obras más allá de los esquemas tradicionales. Mediante el proceso denominado acuñación, los artistas registran sus creaciones como una etiqueta digital en la blockchain que les permite demostrar la autenticidad de su obra.
Este tipo de activos permite a los coleccionistas comprar, vender o intercambiar estas etiquetas digitales que representan la pieza de arte original.
En resumen, los NFT permitieron a los artistas convertir sus obras de arte digitales, antes fácilmente replicables, en activos únicos y negociables, dando a los coleccionistas la opción de comprar algo auténtico, irreplicable e inamovible de aquellos a quienes admiran.
Según los expertos en tendencias digitales, los NFT resultaron un paso casi natural en la Web 3.0, tras el creciente interés por las criptomonedas, que fueron los primeros activos digitales basados en blockchain que se intercambiaron de igual a igual. A los NFT de criptoarte, pronto les siguieron proyectos de NFT culturalmente más accesibles denominados “coleccionables”.
En su mayoría, se trataba de imágenes de perfil que se vendían y compraban como NFT y que servían también como membresías para comunidades cerradas. Las dos principales colecciones de este tipo de NFT son Bored Ape Yacht Club y Crypto Punks.
“Los proyectos de NFT actuales son diferentes de las criptoartes o los coleccionables de NFT. Hoy la escena cuenta con fundadores que se centran en crear valor utilizando la tecnología blockchain y construir más allá del hype publicitario. Nos encontramos en una fase en la que el espacio blockchain está madurando. Se están desarrollando nuevos y emocionantes casos de uso para los NFT, desde el sector inmobiliario hasta la economía de los influencers.