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Se espera que los responsables de política suban las tasas en su reunión de este mes, lo que situaría el tipo de interés oficial entre el 5.25% y el 5.50%.
La Reserva Federal de EUA (Fed) probablemente tendrá que subir más las tasas de interés para reducir una inflación que sigue siendo demasiado alta.
Sin embargo, el final de su actual ciclo de endurecimiento de la política monetaria se acerca, dijeron el lunes varias autoridades del banco central estadounidense, de acuerdo con información de Reuters.
La Fed ha subido las tasas en 5 puntos porcentuales desde marzo de 2022 para reducir la inflación más elevada en Estados Unidos en cuatro décadas.
Los responsables de la política monetaria optaron el mes pasado por renunciar a una nueva alza y darse tiempo a evaluar los efectos de las anteriores alzas en los costos de endeudamiento.
La mayoría de los funcionarios también apuntó al menos dos aumentos más hasta finales de 2023.
“Es probable que necesitemos un par de subidas de tasas más este año para que la inflación vuelva a situarse de forma sostenible en el objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal”, afirmó la presidenta de la institución en San Francisco, Mary Daly, en la Brookings Institution.
Añadió que, si bien los riesgos de hacer demasiado poco siguen siendo mayores que los de excederse en los aumentos, ambas partes están equilibrando mejor a medida que se acerca “la última parte” del ciclo alcista.
También mostró su respaldo pleno a la decisión de política de junio, junto con un enfoque de ir más despacio que permita una dependencia más “extrema” de los datos.
Incremento a 5.50%
Se espera que los responsables de política de la FED suban las tasas en su reunión de este mes, lo que situaría el tipo de interés oficial entre el 5.25% y el 5.50%.
Lo que no está tan claro es si volverán a hacerlo en la reunión de septiembre, esperarán hasta noviembre o simplemente se mantendrán a la espera y dejarán que la inflación se suavice con el tiempo.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha dicho que no puede descartar alzas consecutivas de tasas para hacer frente a una inflación obstinadamente alta.
Según el indicador preferido del banco central estadounidense, el índice de gastos de consumo personal, la inflación ha caído desde un máximo del 7% el año pasado hasta 3.8% en mayo.
En otro evento celebrado el lunes, el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, reiteró su opinión de que la Fed puede ser “paciente” con las tasas y permitir que la política restrictiva reduzca la inflación.
No obstante, dentro de la Fed sigue habiendo un bando que opina justo lo contrario.
“En junio yo fui partidaria de subir un poco más las tasas y, a la vista de la situación actual, sigo siéndolo”, dijo la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, en un evento de la Universidad de California.
Aún así, afirmó, “estamos más cerca del final de nuestra fase de endurecimiento que del principio”.
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