Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 17 segundos
Según el presidente, había potentados que tenían secuestrada a la Secretaría de Hacienda, al Poder Judicial, al Poder Ejecutivo, al INE, al Congreso y a los medios de comunicación.
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que, durante su gobierno, se ha logrado una separación entre el poder económico y el poder político.
En la conferencia de prensa matutina de este jueves, al presidente se le preguntó sobre la posibilidad de que el gobierno retire las concesiones de las minas de Cananea y Taxco —propiedad de Grupo México, de Germán Larrea— para entregárselas a los trabajadores.
López Obrador optó por señalar —en una respuesta que le llevó más de una hora— que era necesario llegar a una conciliación entre empresa y trabajadores. Sin embargo, consideró que “la transformación que está en marcha tiene, entre otros principios, criterios, el separar el poder económico del poder político”.
“Antes había un grupo de potentados —aseguró— que tenían tomado al gobierno, que eran los que mandaban en Hacienda, en el Poder Judicial, en el INE, en el Congreso, en la totalidad del Poder Ejecutivo. También eran los que mandaban en medios de información”.
“La transformación ha consistido en lograr esa separación y que el gobierno no esté convertido en un comité al servicios de una minoría. Que el gobierno represente a todos; a ricos, a pobres, a creyentes, no creyentes, a todos los mexicanos de todas las clases sociales”, señaló.
López Obrador recordó que en su gobierno “ya no hay concesiones para la explotación minera, no hay concesiones para la explotación del petróleo, no hay concesiones para que se siga privatizando la industria eléctrica. Ya cambió pero sí es un proceso en el que tenemos que participar todos y buscar acuerdos”.
Puso como ejemplo que, a pesar de las múltiples críticas, eligió al líder del sindicato minero —Napoleón Gómez Urrutia— para que fuera legislador por su partido y, supuestamente, defendiera los trabajadores de ese sector.
También puso como ejemplo en caso de José Antonio Fernández, presidente de Femsa y la cadena Oxxo, a quien se le dijo “debes 12,000 millones de pesos y los tienes que pagar… y los pagó. Entonces ya no es lo mismo”.