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Según el organismo, no son sostenibles algunas fuentes de ingresos, lo que representa un riesgo fiscal, e incluso ha disminuido el gasto en las entidades donde se ubican los proyectos emblemáticos del gobierno.
Luego de los resultados observados entre enero y abril, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) se dijo preocupado por el futuro de las finanzas públicas.
En su análisis económico semanal, el organismo expuso que, en los primeros cuatro meses del año, “las finanzas púbicas arrojaron un comportamiento favorable. Los balances presupuestario y primario tuvieron resultados más saludables que los programados”.
“Sin embargo —advirtió— el análisis de los diversos componentes de las finanzas públicas muestra resultados un tanto preocupantes”. Es decir, “surgen rasgos de insostenibilidad de las fuentes recurrentes de ingresos públicos. Ello representa un riesgo fiscal”.
El CEESP detalló que, en abril, los ingresos del sector público aumentaron 4.5% en términos reales, respecto al mismo mes del año pasado, después de que en marzo cayeron 18.9%.
“Evidentemente esto fue insuficiente para evitar que en el periodo enero-abril los ingresos cayeran en 3.1%. Además, en cada uno de los cuatro primeros meses del año los ingresos resultaron inferiores a lo programado, acumulando una diferencia de 156 mil millones de pesos”.
Incluso el gasto del gobierno “también ha sido poco dinámico, coadyuvando a que el déficit no se altere significativamente”.
Aunque en abril el gasto programable creció 2.6% anual en términos reales, “en enero-abril disminuyó 8.1%, en buena medida por la caída de 24.8% en el gasto en salud y 7.6% en educación. Incluso el gasto en entidades que concentran los programas insignia del gobierno reportó bajas en ese cuatrimestre”.
“En resumen —concluyó— aun cuando las finanzas públicas arrojan resultados adecuados en un sentido estático, apuntan a la formación de riesgos a futuro. Ello por una aparente debilidad de ingresos fiscales recurrentes, una contracción del gasto que puede ser insostenible —más aún en los tiempos políticos que se aproximan— y el pronunciado crecimiento del costo financiero de la deuda pública”