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Hasta principios de mayo, el ciclo de ajustes alcistas del Banco de México (Banxico) llevó los rendimientos de los bonos en moneda local a niveles atractivos: el rendimiento real de la deuda pública mexicana en moneda local a 5 años es del 5.8%, frente al 1.5% de Estados Unidos.
*Por Gabriela Soní y **Pedro Quintanilla-Dieck, UBS México y UBS América
Ahora que la tasa de referencia se ubica en un nivel claramente restrictivo y que el peso mexicano se acerca a su mejor cambio frente al dólar desde 2017, pese a los eventos recientes de presión, y una vez que la decisión de política de mayo dio el mensaje del fin de ciclo de alzas del Banco de México, los bonos nominales mexicanos (Mbonos) siguen mostrando una posición altamente favorable.
A continuación, destacamos varios motivos por los que vemos con buenos ojos esta clase de activos.
Motivo 1: La inflación va por buen camino tras un intenso ciclo de ajuste.
Vemos una mejora en la perspectiva para la inflación; según el dato del mes de abril, la inflación general anual se ralentizó hasta el 6.25% desde su máximo del 8.7% de septiembre.
Además, cabe destacar que la inflación subyacente está retrocediendo de forma paulatina. El último dato de 7.67%, se encuentra por debajo de la marca de 8%, por primera vez desde agosto de 2022.
Pese a que la inflación subyacente -que marca la tendencia de los precios de bienes, mercancías y servicios- continúa siendo elevada y preocupante, creemos que el proceso de desinflación seguirá adelante en los próximos meses.
Motivo 2: Rendimientos nominales y reales atractivos.
El ciclo de ajustes alcistas de Banxico ha llevado los rendimientos de los bonos en moneda local a niveles atractivos: El rendimiento real de la deuda pública mexicana en moneda local a 5 años es del 5.8%, frente al 1.5% de Estados Unidos.
El diferencial de aproximadamente 4.3% se sitúa en el extremo superior del rango de diferenciales de las tasas reales de la última década.
Además, si las previsiones de inflación se moderan en consonancia con los pronósticos de Banxico, la tasa real debería seguir subiendo en los próximos meses.
Motivo 3: Solidez del peso mexicano
Pese a los acontecimientos recientes de presión, el peso mexicano sigue beneficiándose de su carry alto por tasas de interés, déficits fiscal y de cuenta corriente manejables, y el impulso positivo generado por la tendencia de acercamiento geográfico de la producción (Nearshoring).
Asimismo, el peso se ve beneficiado por las elevadas exportaciones a EE.UU. y la solidez de las remesas, que representan casi 4.5 % del PIB anual. Estos factores deberían seguir respaldando al peso a corto plazo.
Motivo 4: Posicionamiento incipiente
Consideramos que hay margen para que los inversionistas extranjeros añadan bonos nominales mexicanos.
Hasta principios del mes de mayo, el porcentaje del total de la deuda pública local circulante en manos de inversionistas extranjeros es del 16%, por debajo del máximo de casi el 40% alcanzado en 2015 y a niveles similares de los de 2011, cuando México entró en el FTSE World Government Bond Index.
Prevemos un aumento de la demanda de inversión extranjera cuando se vea con claridad el final del ciclo de ajuste estadounidense.
Además, creemos que la reforma reciente de pensiones traerá consigo un incremento de la demanda estructural por parte de inversores institucionales locales.
En resumen, anticipamos que el telón de fondo seguirá siendo favorable para los bonos nominales mexicanos en moneda local en un contexto de punto de inflexión en la política monetaria, rendimientos atractivos y bajo posicionamiento de extranjeros.
Los desencadenantes principales que estamos vigilando son los indicios de que Banxico esté poniendo fin al ciclo de ajuste y que los inversionistas tengan más claro el momento y la gravedad de la eventual recesión estadounidense.
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*Gabriela Soní es directora de Estrategias de Inversión de UBS México.
Tiene más de una década de experiencia dentro del Sector Financiero, en firmas como Scotiabank, Sociedad Hipotecaria Federal y Prudential Bank, específicamente en las áreas de análisis de crédito y renta variable, riesgos, y administración de portafolios de inversión.
Ha gestionado fondos de inversión de renta variable mexicana, latinoamericana, global y de Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces (FIBRAS).
Gabriela es licenciada en contaduría pública estrategia financiera por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y es CFA Charterholder (analista senior certificada) desde 2014.
**Pedro Quintanilla-Dieck
Estratega Senior de Mercados Emergentes en UBS Américas y tiene más de 10 años como analista económico, colaborando en la Reserva Federal de Nueva York, Standard & Poor’s y CEMLA (Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos).
Pedro es egresado del Tecnológico de Monterrey de la carrera de Economía y también cuenta con una maestría en Finanzas Internacionales y Política Económica por la Universidad de Columbia, en Nueva York.