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El ejecutivo, que pagó 40,000 millones de dólares (mdd) por la red social a finales del pasado, se reserva una buena parte de las responsabilidades en la compañía, como son la presidencia ejecutiva, la jefatura de tecnología, la supervisión de productos, el software y operador de sistemas
El multimillonario Elon Musk, propietario de Twitter, anunció el jueves en su cuenta que en un plazo de seis semanas una mujer -de la que no dio su identidad- dirigirá operativamente la compañía como CEO o directora ejecutiva.
Sin embargo, él se reserva una buena parte de las responsabilidades de la red -que nombra como X/Twitter-, concretamente “la presidencia ejecutiva, la jefatura de tecnología, la supervisión de productos, el software y operador de sistemas”.
Desde el momento en que hizo efectiva la compra de Twitter en octubre pasado por lo que desembolsó 44,000 millones de dólares (mdd), Musk asumió la dirección operativa, implementando además numerosos cambios de manera errática, lo que le valió críticas por pretender encargarse de la gestión diaria de una red compleja, de acuerdo con información de la agencia EFE.
De hecho, él mismo lanzó una encuesta online entre los usuarios en diciembre pasado, preguntándoles si debía renunciar a la dirección, lo que fue aprobado por un 57 % de los participantes.
Aunque dijo que se plegaría a la decisión, no lo hizo en aquel momento. Como única respuesta, tuiteó entonces: “¡Renunciaré como CEO tan pronto como encuentre a alguien lo suficientemente loco como para asumir ese puesto! Después de eso, solo dirigiré los equipos de software y servidores”.
La compañía se descapitalizó al perder a prácticamente cuatro quintas partes de su personal, en su mayoría despedidos y en otros casos por marchas voluntarias.
Además, las distintas fórmulas ideadas por Musk para rentabilizar la empresa -como cobrar por las cuentas verificadas- han resultado un fiasco, y Musk se ha visto de hecho obligado a devolver el estatus de “verificado” a cuentas importantes, por ejemplo, de medios de comunicación o “influencers” con legiones de seguidores, sin que hayan pagado por ello.