Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 5 segundos
Los últimos indicadores económicos, como las ventas minoristas, mostraron ya desaceleración, mientras que el ISM de las industrias manufactureras acumuló 5 meses en zona de contracción, lo que ha desencadenado en el pasado el inicio de una recesión
Un análisis del Banco Base difundido el jueves señala que los principales riesgos que apuntan a una recesión de la economía de EUA tan pronto como en este año son la desaceleración del crecimiento del crédito bancario y un estancamiento de la producción industrial, particularmente en la industria manufacturera.
“El panorama económico de Estados Unidos ha empeorado desde el 9 de marzo por el desorden bancario”, asevera.
La probabilidad de que Estados Unidos entre en recesión dentro de los siguientes 12 meses, según los datos difundidos por el banco, aumentó de 55% en febrero a 87.8% en abril.
El Departamento de Comercio informó hoy que el Producto Interno Bruto (PIB) de la potencia económica aumentó a un ritmo anualizado de 1.1% en los primeros tres meses del año, una desaceleración contra el 2.6% del cuarto trimestre de 2022 y contra una previsión de 2%
El ISM manufacturero acumuló en marzo 5 meses en zona de contracción, acercándose a los 44 puntos, lo que en el pasado ha indicado el inicio de una recesión, en momentos en que la confianza del consumidor y las ventas minoristas desaceleran.
Base sustenta su análisis en un modelo de tasas de interés que involucra la trayectoria de Bonos del Tesoro a plazo de 3 meses frente a instrumentos forwards a 18 meses, para llegar a la cifra redonda de 87.8% de probabilidades de recesión para los siguientes 12 meses.
“De hecho, la probabilidad de recesión ha ido en aumento alcanzando su punto máximo en abril pasado, cuando subió 21.3 puntos porcentuales respecto a la estimación de marzo, y (en) 44.2 puntos porcentuales respecto a la probabilidad estimada en diciembre 2022”, puntualiza la firma financiera.
Lo anterior ocurre tras el desorden bancario que llevó a la caída de Silvergate Bank, Silicon Valley Bank y Signature Bank en Estados Unidos y Credit Suisse en Europa.
Ante el desorden bancario, el crédito en la potencia económica solo desaceleró, sino que exhibió su mayor contracción para un periodo de dos semanas en la historia de Estados Unidos.
La encuesta de expectativas de los consumidores que realiza la Fed de Nueva York, a su vez, reveló que el mes pasado, el 58.2% de los encuestados respondieron que ahora era más difícil conseguir un crédito respecto a hace un año, lo que significa el mayor porcentaje en registro desde que inicia la encuesta, en 2013.
“De materializarse la recesión, iniciaría en el verano y terminaría antes de cerrar el año”, indica Base.
Otros elementos que hacen la mezcla para anticipar recesión en la potencia económica son un repunte en la inflación, problemas políticos y dificultad para elevar el techo de la deuda, en la víspera de las elecciones del próximo año y el temor de una revisión a la baja de la perspectiva o recorte en la calificación crediticia.
También está presente la expectativa de más incrementos agresivos en las tasas de interés, con un pronóstico de alza de 25 puntos base en la siguiente reunión de política del Comité Federal de Mercados Abiertos de la FED del 2 y 3 de mayo próximos, y desde los niveles actuales de entre 4.75% a 5%.
Apenas el lunes de esta semana, otro banco local, CI Banco, aseveró que la mayoría de los modelos financieros otorgan un promedio de 70% de probabilidad de que la primera economía mundial caiga en recesión durante 2023.
CI Banco coincidió que crisis bancaria está frenando el gasto y el endeudamiento de EUA, pudiendo provocar presiones en el mercado laboral con despidos y generar más incertidumbre, “todos los ingredientes necesarios para una recesión”.