El viraje al nearshoring

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Este derrotero que ya se vive en México, requeriría incorporar mecanismos que permitan la innovación, como los acuerdos de transferencia de tecnología. El marco institucional del TMEC, muy riguroso en materia de propiedad industrial, lo permite, lo que además significará una ventaja adicional para atraer inversión frente a China, cuando el gigante asiático se ha caracterizado por un respeto relativamente menor a esos derechos 
*Por: Mto. Justino José Núñez Quiroz, académico de la Universidad Panamericana

 

El nearshoring, que en términos generales en una reconfiguración del comercio internacional para privilegiar la cercanía de la producción respecto a los centros de consumo, nació con fuerza en momentos de la pandemia y, el hallazgo, refleja no sólo razones económicas orientadas a disminuir los costos de transporte y la resiliencia ante sucesos catastróficos, sino que además contempla factores geopolíticos.

En este ámbito no podemos dejar de mencionar la pugna comercial chino-estadounidense, el riesgo de un conflicto armado entre China y Taiwán -el principal proveedor de semiconductores para la industria global-, y, por supuesto, la guerra que enfrentan Ucrania y Rusia. 

Paralelamente habría que considerar un factor adicional a este cambio: Así sea parcial en las relaciones comerciales internacionales, en nearshoring también vino a develar la inconformidad con los resultados de la globalización en lo referente a la desigualdad.

Ante esta situación, México goza de una posición geográfica, económica y de disponibilidad de capital humano muy favorable, las estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo contemplan un incremento de las exportaciones mexicanas derivadas del nearshoring por un monto superior a los 35 mil millones de dólares (más del 55 por ciento del total global dirigidos hacia América Latina y el Caribe). 

La cercanía a Estados Unidos, el mayor mercado potencial para los productos mexicanos, el TMEC y en alguna medida la afinidad cultural, dan a nuestro país algunas ventajas frente a los países asiáticos.

Aunque ha habido una disminución en los costos logísticos entre China y Estados Unidos, esta situación no parecería implicar necesariamente una reversión del nearshoring. 

Para ciertos bienes, como es el caso de los automóviles, el costo de transporte representa un porcentaje elevado respecto al precio final, pero para otros productos, por ejemplo, los teléfonos inteligentes o los propios semiconductores, con componentes de alto valor agregado y poco peso, este factor de costos es muy bajo.

Efectos deseables

En contraste con China, donde la apertura comercial detonó el desarrollo tecnológico, en alguna medida por los acuerdos que obligaban a los inversionistas a transferir tecnología a cambio del acceso a su enorme mercado interno, en México, a casi 30 años de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, ahora TMEC, los efectos del mayor intercambio sobre la innovación han sido magros y concentrados en ciertos sectores.

Por ello sería conveniente implementar mecanismos para permitir la innovación en nuestro país a través de acuerdos de transferencia de tecnología para aprovechar los efectos del nearshoring, tomando en cuenta que el marco institucional del TMEC es muy riguroso en materia de propiedad industrial, por lo cual México tendría una ventaja adicional para atraer inversión frente a China, porque el gigante asiático se ha caracterizado por un respeto relativamente menor a esos derechos. 

Los encadenamientos productivos con proveedores locales también representan un reto para ampliar los beneficios del nearshoring, ello implicaría que no solo ciertas regiones muy específicas del país, principalmente el Norte y el Bajío, se beneficiaran del aumento de los flujos comerciales, sino extender y potenciar su efecto positivo al Sureste, por ejemplo. 

Una reducción en las desigualdades regionales otorgaría mayor legitimidad y apoyo a las políticas públicas orientadas a aprovechar la reconfiguración de las cadenas globales de valor.

La infraestructura portuaria de México también enfrenta un desafío considerable para movilizar mercancías si se materializa el aumento de las exportaciones derivadas del nearshoring. 

Capacidades

Manzanillo, el puerto mexicano con mayor capacidad de manejo de carga contenerizada, de alrededor de 3 millones de TEUS (unidad de medida de contenedores de 20 pies de largo) es muy pequeño en comparación con los puertos de China.

Además, considerando al conjunto del sistema portuario nacional, el volumen de tráfico es de poco más de 6 millones, lo que contrasta con los 240 millones de TEUS que ofrece China. 

La conectividad de la red ferroviaria y el autotransporte y la seguridad para el traslado de mercancías constituyen asimismo una condición indispensable para que México pueda aprovechar el incremento del flujo comercial derivado del nearshoring. 

Tanto en las industrias donde el nearshoring tendrá previsiblemente un impacto considerable, como el mayor volumen de e-commerce, requieren servicios eficientes de telecomunicaciones, por ello resulta imperativo estimular la expansión de la red y mejorar la calidad en la provisión de ese insumo esencial, en particular de la tecnología 5G.

La disponibilidad de energía a través de una red lo suficientemente amplia, sin interrupciones y generada con tecnología limpias es un prerrequisito para aprovechar los beneficios del nearshoring.  

El desarrollo de parques industriales en algunas zonas de México se ha suspendido debido a la falta de suministro de energía, eléctrica. Por otra parte, invertir en cogeneración y autoabastecimiento requiere de un permiso que no siempre es fácil de obtener.

El papel del gobierno generando un entorno que favorezca la atracción de inversiones, proporcionando seguridad, prestando servicios públicos eficientes, agilizando trámites y estableciendo un marco regulatorio apropiado, constituyen una demanda con miras a aprovechar el nearshoring. 

Conjuntamente, políticas públicas orientadas a mejorar el capital humano tendrían efectos particularmente benéficos.

Nearshoring y proteccionismo

Se ha debatido si el nearshoring representa una forma de desvió del comercio, esto es, favorecer las importaciones de un país con el que se tiene un acuerdo comercial, como el TMEC, o una unión aduanera, en detrimento de otros proveedores más eficientes. 

Esta caracterización ha conducido a llamarle friendshoring, o el intercambio con países considerados amigos, con un componente proteccionista que minimizaría las ventajas comparativas y reduciría los beneficios del libre comercio. 

No obstante, el componente de la globalización se mantendrá y pervivirá con el nearshoring: un regreso al proteccionismo parece inviable, dado el marco institucional del comercio mundial.

Es el caso de México, que prácticamente ya no impone ninguna restricción comercial y mantiene un gran número de tratados comerciales internacionales.

*Justino es profesor de la Academia de Economía de la Facultad de Empresariales de la universidad Panamericana. Es Licenciado en Economía egresado de la Universidad de Guadalajara y Maestro en Economía de El Colegio de México. 

 

En el Sector Público, Justino se ha desempeñado en el ámbito federal, mientras que en el Sector Privado fue consultor de empresas del Sector Energético. 

 

Justino se ha dedicado a la labor docente por más de 25 años, y es experto en temas de docencia en economía internacional, políticas públicas, microeconomía, macroeconomía y econometría.

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