La compra a Iberdrola, ¿nacionalización o mal negocio?

La compra a Iberdrola, ¿nacionalización o mal negocio?

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 27 segundos

Por Victor Vega / OCA Reputación

 

La decisión del gobierno federal de comprar a Iberdrola el 77% de sus activos en México, integrados por 12 plantas de ciclo combinado y una central eólica, ha generado una ola de reacciones a nivel político, empresarial, técnico y mediático. El presidente López Obrador considera que fue una decisión tan estratégica como para calificarla como la ‘nueva nacionalización’ del sector eléctrico. En sentido opuesto, diversos especialistas coinciden en que fue un mal negocio para el gobierno y bueno para la multinacional española.

Nueva nacionalización: AMLO

El presidente López Obrador revela que la operación se completará en los próximos 45 días y celebra que se trata de un logro histórico de su gobierno porque representa la ‘nueva nacionalización’ del sector eléctrico. El mandatario considera que con la compra de las 13 plantas de Iberdrola, el Estado mexicano recupera el terreno en materia de soberanía y rectoría que se perdió durante el ‘periodo neoliberal’, específicamente tras la aprobación de la reforma energética posterior a 2012.  Aclara que no hubo capital privado de por medio y garantiza que habrá un retorno de la inversión de 6 mil millones de dólares a la Hacienda pública en los próximos 10 años.

Las matemáticas del presidente

La adquisición de las 13 plantas de Iberdrola se realiza a través de un vehículo de inversión nacional con participación mayoritaria del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), administrado por Mexico Infraestructure Partners (MIP). El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, detalla que el Fonadin tendrá la mayoría del capital y será el vehículo para refinanciar la operación. A la vez, el presidente López Obrador afirma que gracias al ejercicio responsable del presupuesto público, hay recursos suficientes para invertir en infraestructura en diversos frentes como energía y transporte. Rechaza que el gobierno federal haya pagado un alto precio para adquirir ‘plantas chatarra’. Según el mandatario, las instalaciones tienen un periodo de vida útil que supera por tres a las que actualmente opera la Comisión Federal de Electricidad (CFE). También justifica que en términos de mercado y aún considerando su antigüedad, se logró una disminución del 30% en el precio en comparación con haberlas construido desde cero, sin contar que su desarrollo habría tardado al menos 10 años. López Obrador destaca que un aspecto fundamental es que con esta compra, la capacidad de producción energética nacional alcanzará 65% el próximo año. Actualmente dicha cifra ronda el 39% pero, inicialmente, con la adquisición de los activos aumentará a 55% al ponerlas en operación al 100%.

Negocio cuestionable: especialistas

El optimismo del mandatario contrasta con las dudas de especialistas del sector energético. Señalan que podría resultar un mal negocio porque se pagó a la energética española por plantas contaminantes y a punto de alcanzar su periodo de vida útil. Otros, como Ramsés Pech, señalan que no puede hablarse de una ‘nueva nacionalización’ porque 10 de las 13 instalaciones estaban sujetas a contratos de Producción de Energía Independiente (PIE), por lo que la energía que generaban, no se vendía en el mercado sino que ya pertenecía a la CFE. El experto detalla que el negocio de la electricidad no está en el número de plantas con las que se cuenta ni en la capacidad instalada sino en la cantidad de energía que se genera en función de eficiencia, por lo que al comprar las plantas que ya daban electricidad a la CFE, no incrementa el volumen de generación ya que se mantiene en el mismo mercado. Víctor Gómez del ITAM y Carlos Ramírez, codirector de Integralia, coinciden que no hay recursos suficientes en el Fonadin, para fondear la operación, por lo que contrario a lo que dice el presidente, el fondo privado MIP, tendría que aportar al menos la mitad de los 6 mil mdd y salir al mercado a contratar deuda para completar los recursos.

Nuevo diálogo

Otros actores argumentan que esta decisión es esperanzadora para la industria. La Asociación Mexicana de Energía (AME) asegura que el acuerdo del gobierno con Iberdrola es positivo porque abre una era en las inversiones privadas de energía en México, con un enfoque en generación renovable.

¿Qué gana y qué pierde Iberdrola?

Iberdrola expone que en el acuerdo con el gobierno mexicano, las dos partes salen beneficiadas. La firma avanza en sus metas de descarbonización, fortalece su posición financiera y mantiene su presencia en México pero con un enfoque en sus verticales de negocio de energías renovables dirigidas a clientes privados. Por su lado, el gobierno mexicano cumple con los objetivos de su política energética nacional. Al desprenderse de las 13 plantas vendidas al gobierno mexicano, la firma española continúa participando en el mercado nacional con 3 centrales fotovoltaicas, 4 plantas de cogeneración y 7 parques eólicos.

En medio de la transacción, la multinacional española ha anunciado una inversión de 5 mil 800 mdd en Brasil para desarrollar en los próximos 3 años nuevos proyectos de energías renovables e instalación de redes de transmisión. Se prevé que dicha inversión sea absorbida con los recursos que se obtendrán del trato con el gobierno mexicano.

Reflexiones sobre la transacción

  • La venta fue un buen negocio para Iberdrola. Se capitaliza para invertir en otros mercados, como Brasil, se deshace de plantas contaminantes, focaliza sus operaciones en energías renovables y neutraliza las críticas del presidente López Obrador.
  • Desde la visión oficialista, el acuerdo con Iberdrola fortalece el discurso nacionalista del presidente López Obrador y reafirma su visión sobre la importancia estratégica del sector energético.
  • Desde la oposición, la venta favoreció a Iberdrola y se critica que los recursos no se han invertido en nuevas plantas u otros proyectos ya que, al final, no se aumenta la capacidad de generación en México, solo pasa de manos.
  • La compra de activos a Iberdrola puede despresurizar el ambiente hacia empresas de energía, en especial españolas.
  • Hay que ver el efecto en la inversión del estilo del gobierno de hacerse de activos.

También te puede interesar: Cofece alerta riesgos a la competencia por iniciativas de reforma a leyes aeronáuticas