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El presidente propuso que sus labores sean absorbidas por algún otro organismo y que se liberen los 1,000 millones de pesos que, según sus datos cuesta el organismo, “para apoyar a la gente que lo necesita”.
Luego de meses de ataques constantes, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió abiertamente al Congreso desparecer el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
Propuso además que sus labores serán absorbidas por algún otro organismo y que los 1,000 millones de pesos que tiene de presupuesto —según sus propias cifras— “se utilicen para apoyar a la gente que lo necesita”.
Desde hace varios años, López Obrador ha atacado no solo al INAI sino a todos los organismos autónomos del Estado Mexicano a los que ha calificado como “herencia” del llamado periodo neoliberal.
Los ataques se intensificaron luego de que, por una solicitud a la Plataforma Nacional de Transparencia, Latinus dio a conocer el empleo de empresas fantasmas en la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional.
De hecho, como consecuencia directa de la revelación, López Obrador emitió un decreto para que las obras emblemáticas de su gobierno sean consideradas “de seguridad nacional” y su información pudiera ser reservada.
Año con año apretó a los organismos autónomos —empezando por el Instituto Nacional Electoral— recortando sus presupuestos.
Por meses —y a pesar de las advertencias— retrasó la designación de consejeros para que el pleno del INAI pudiera sesionar y, una vez que los nombró el Senado de la República, los terminó vetando por lo que el pleno del organismo no puede operar desde el pasado 1 de abril.
En la conferencia de prensa matutina de este martes fue todavía más allá en sus ataques y dijo que “desde que se creó ese instituto le cuesta al pueblo de México 1,000 millones de pesos por año. Ojalá y el Congreso haga algo para que esa función la pueda realizar una institución ya creada, de tantas que hay, ya sea la Auditoría Superior de la Federación o la Fiscalía Anticorrupción”.
Aunque él mismo provocó la parálisis del pleno del INAI, acusó que “ahora no pueden sesionar porque no tienen a los consejeros pero sí están cobrando, se está gastando el presupuesto. Entonces, ojalá y se toma una decisión”.
“Mi propuesta —insistió— es que una de las instituciones, varias, que ya existen, que crearon como fachada durante el periodo neoliberal para encubrir actos de corrupción, tenga esa función y esos 1,000 millones al año se utilicen para apoyar a la gente que lo necesita. Así de claro ¿eh?”.
A pesar de que la labor del INAI es fundamental para transparentar muchas de las acciones de los diferentes gobiernos mexicanos, López Obrador consideró que “desde que se creó, no han ayudado en nada a combatir la corrupción: Al contrario, sirvieron para legitimar robos y ocultar información”.