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El principal indicador bursátil de la BMV extendía sus pérdidas de apertura y hacia las 10:40 horas perdía 498 unidades, el 0.95%, para colocar en los 52,193.66 enteros, en tanto que el peso mexicano reportaba una depreciación de 2.14% en los 19.0138 unidades por dólar, con niveles máximos de 19.0286
En las primeras horas de operación del miércoles, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y la moneda mexicana sucumbían a un entorno marcado por la volatilidad y una creciente aversión al riesgo por activos de mercados emergentes, y donde inversionistas extranjeros realizaban ajustes en sus portafolios, por activos más seguros, como el bono del Tesoro a 10 años de EUA, el oro, o el yen.
El principal indicador bursátil de la BMV, el S&P/BMV IPC, extendía sus pérdidas de apertura y hacia las 10:40 horas perdía 498 unidades, el 0.95%, para colocar en los 52,193.66 enteros, en tanto que el peso mexicano reportaba una depreciación de 2.14% en los 19.0138 unidades por dólar, con niveles máximos de 19.0286.
“En la Bolsa Mexicana de Valores, donde muchos inversionistas son extranjeros, la creciente aversión hace que realicen algunos cambios y se vayan a activos más seguros, como los bonos de Estados Unidos a largo plazo”, indicó Jacobo Rodríguez, director de análisis financiero y bursátil de Black WallStreet Capital.
El Índice de Servicios Financieros colocaba nuevamente con las mayores pérdidas sectoriales de la jornada, con retrocesos de 2.71%, en tanto que las emisoras de este sector con las mayores caídas eran las de Grupo Financiero Banorte, con 3.95% menos, y con una alta ponderación dentro del indicador líder; Grupo Financiero Inbursa, con 2.39% menos y Gentera, con 0.06%. También marcaban retrocesos las acciones de Banco del Bajío, con 4.88% menos.
Apenas el martes, la agencia de riesgos crediticios Moody´s Investors Service rebajó la Perspectiva para el Sistema de Bancos de Estados Unidos de “Estable” a “Negativa”, como reflejo del rápido deterioro en su entorno operativo tras las corridas de depósitos de Silicon Valley Bank (SVB), y las crisis de otros bancos regionales -Silvergate Bank y Signature Bank (SNY)- a lo que se sumó un caso global, el de Credit Suisse, que reconoció que el control interno para elaborar sus informes no era eficaz.
Credit Suisse presentó una pérdida al cierre de 2022 por 7,290 millones de francos suizos en sus operaciones, considerablemente mayor a las pérdidas del año anterior, de 1,650 millones de francos suizos. Medios indicaron que el martes, el presidente de Saudi National Bank, Al Khudairy, aseveró en una entrevista que no darán más respaldo al banco suizo en caso de requerir liquidez; la institución financiera es el principal accionista de Credit Suisse, con una participación del 9.88%.
En Estados Unidos, el índice industrial Dow Jones de la Bolsa de Valores de Nueva York (Nyse) marcaba retrocesos de 2.19%.
