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Los resultados operativos y financieros de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) al cierre de 2022 se vieron impactados por altos precios de los combustibles, 50% mayores a los promedios históricos, lo que fue compensado parcialmente por un aumento de transferencias fiscales.
La calificadora internacional S&P Global aseveró el jueves que los resultados financieros y operativos de la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) al cierre de 2022 estuvieron “en línea” con sus proyecciones de su escenario base, que incluye un aumento de sus pasivos en momentos en que altos precios de los combustibles, 50% por arriba del promedio histórico, afectan sus resultados.
Bajo la metodología de la agencia de riesgos crediticios, la CFE tiene el grado de inversión de BBB+, con una Perspectiva Estable, el mismo rango que el Soberano México.
La agencia reconoce que estos mayores costos “solo” se compensaron de forma parcial por un aumento en las transferencias fiscales federales a la empresa estatal del orden de los 82,000 millones de pesos (mdp), 17% más que los 70,000 mdp que erogó el Gobierno hacia la CFE por este concepto a lo largo de 2021.
También destacó el aumento en las coberturas financieras y físicas de la compañía sobre el gas natural.
Al cierre de 2022 la CFE registró un alto apalancamiento, con un índice de deuda a EBITDA (flujos de operación) de alrededor de 12 veces, así como una relación de fondos operativos (FFO, por sus siglas en inglés) a deuda de alrededor del 5%.
“Esperamos una mejora modesta en los indicadores de la compañía, ya que es probable que los precios del combustible disminuyan en los próximos 12 a 24 meses, lo que reduciría los costos de generación”, anticipó S&P.
“Específicamente, nuestro escenario de caso base para 2023 y 2024 asume índices de deuda ajustada a EBITDA de 7.0x-7.5x (veces) y un FFO a deuda de (entre) 10%-11%”, proyectó.
S&P, que refiere la calificación de la CFE en los mismos niveles del Soberano México, dice que considera en su monitoreo crediticio que la empresa seguirá desempeñando un papel crítico para el gobierno mexicano al brindar un servicio clave al país.
La estatal es la única empresa a la que la ley permite transmitir y distribuir electricidad en México, y es además propietaria de activos estratégicos para la red eléctrica nacional.
CFE también es la única empresa que proporciona electricidad a usuarios residenciales de bajo consumo y también es la principal proveedora a los usuarios residenciales de alto consumo.