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En el panel perspectivas económicas “para un año turbulento”, funcionarios del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) aseveraron que el desgaste de las variables económicas internas y una falta de visión de la política pública pueden impedir una mejor recuperación ante un entorno global complejo
Funcionarios del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) alertaron que la conducción de la política pública puede hacer más largo y difícil el camino de la recuperación económica, en momentos en que las condiciones globales están sujetas a inflaciones altas con tasas de interés elevadas, que seguirán así probablemente por un tiempo prolongado.
Coincidieron que una de las decisiones mal aplicadas fueron los estímulos a las gasolinas, donde el único apoyo debió haberse destinado al diésel, por su impacto en las actividades productivas, si verdaderamente se hubiera aplicado como un instrumento para paliar la inflación, en lugar de darle una prioridad política
“Es la discrecionalidad de cómo el gobierno juega con (los) estímulos; creo que es un área de oportunidad para la política pública, pero esto hace que ni siquiera en el momento, cuando pudo realmente atajar la inflación con esto, (fuera) un instrumento para ello”, aseveró Mariana Campos, integrante del comité de estudios económicos del organismo y también directora del programa de presupuesto y gobernanza de México Evalúa, firma experta en monitorear el desempeño de las Finanzas Públicas del país.
La firma especializada prevé que este año, nuevamente, México cargue con un gasto de entre 560,000 a 670,000 millones de pesos (mdp) ante un panorama donde los estímulos se agotaron y hay que ingresar más presupuesto para controlar los precios en materia energética, con devoluciones de IVA además de la suma de las transferencias de la Secretaría de Energía y de la Secretaría de Hacienda (SHCP) a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las llamadas empresas productivas del Estado.
Presiones
En el panel, donde participaron Jessica Roldán, vicepresidenta del comité técnico asesor del Indicador IMEF; el presidente de esta cartera, Ociel Hernández, y el presidente del comité nacional de estudios económicos del organismo, Mario Correa, además de Campos, los expertos apuntaron también las presiones de tasas de interés por arriba del 11% sobre las Finanzas Públicas.
México Evalúa indica que el grueso de la deuda del Gobierno mexicano está denominado en pesos, a diferencia del pasado cuando estuvo en dólares, por lo que las altas tasas, con un consenso del mercado que las ubica en 11.25%, implicarán, además, un sobrecosto de 70,000 mdp, por el diferencial a la proyección oficial, que ve tasas de 8.5%; “esto (la cantidad) es parecido a todo el presupuesto de Infraestructura”, menciona Campos.
Roldán, también directora de análisis económico de la casa de bolsa Finamex, visualiza para este año una inflación de 5.6%, contra la del consenso, de 5.2%, con una tasa de interés de 11.50%, también por arriba del mercado.
La especialista advierte que, contrario a lo que pasa en varias economías, mientras los estímulos están devolviendo parte de la carga a normalizar la inflación, en México, si bien los estímulos fiscales a las gasolinas ayudaron a la que la inflación no desbordara, “no nos va a ayudar en el camino de bajada”.
Roldán alerta que, hacia adelante, lo más probable es que la política monetaria en México, al igual de lo que pasa en la economía global, seguirá restrictiva y en niveles “muy altos” por un tiempo más largo.
Ociel Hernández indica que la inflación ya no proviene del exterior, como ocurrió a lo largo de la Pandemia, sino que es claramente un choque de oferta con una dinámica que tiene que ver más con la estructura de mercado, como son los cambios de inventarios que enfrentan las empresas.
En el ámbito de las Finanzas Públicas, precios más altos del petróleo en los mercados internacionales significarán que Pemex requerirá menos apoyos del Gobierno, pero en un año electoral tan próximo, con las elecciones presidenciales del 2024, el gobierno se verá obligado por el costo político a mantener bajos los precios de las gasolinas, a recaudar menos por concepto de IEPS de combustibles, a sostener los proyectos insignias de la Administración y el apoyo a Pemex y CFE.
“Se trata de una discusión más amplia, de retos más profundos, de cambios más estructurales de la política fiscal; de reformas estructurales que ayuden a resolver estos problemas”, plantea Roldán.
Los expertos coincidieron, además, que aun cuando el partido gobernante retuviera el poder, tendría que haber una desconexión entre la popularidad de los gobernantes y los resultados en materia económica, puesto que cada día el margen de maniobra para políticas públicas menos amigables con el mercado “se está acabando”.
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