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El índice de confianza del consumidor del Conference Board bajó a 102.9 este mes desde los 106.0 de enero. Los economistas encuestados por Reuters estimaban una lectura de 108.5. El segundo descenso mensual consecutivo refleja, sobre todo, el pesimismo de los consumidores con ingresos anuales de entre 35,000 a 50,000 dólares anuales
La confianza de los consumidores estadounidenses cayó inesperadamente en febrero, con el descenso concentrado en los hogares de renta media-baja, aunque las personas se mostraron más optimistas sobre el mercado laboral.
La encuesta del Conference Board divulgada el martes también mostró que los consumidores se muestran reticentes a comprar artículos de mayor valor como vehículos y automóviles en los meses siguientes.
Pero la correlación entre la confianza y el gasto de los consumidores ha sido débil: Los estadounidenses han mantenido el gasto a pesar de las preocupaciones sobre el futuro, gracias a la fortaleza del mercado laboral.
“Es probable que los hogares se muestren cautelosos, dado que la inflación sigue siendo elevada y los costos de los préstamos están subiendo”, dijo Rubeela Farooqi, economista jefe para Estados Unidos de High Frequency Economics en White Plains, Nueva York. “Pero por ahora siguen gastando, debido al fuerte crecimiento del empleo que está restableciendo los ingresos”.
El índice de confianza del consumidor del Conference Board bajó a 102.9 este mes desde los 106.0 de enero. Los economistas encuestados por Reuters estimaban una lectura de 108.5. El segundo descenso mensual consecutivo refleja sobre todo el pesimismo de los consumidores con ingresos anuales de entre 35,000 y 50,000 dólares.
También se produjeron retrocesos entre otros grupos de ingresos, con la excepción del tramo de 25,000 a 34,999 dólares. La confianza descendió entre los consumidores de 35 a 54 años.
Dispares
El descenso general de la confianza contrasta con el índice de confianza de la Universidad de Michigan, que en febrero alcanzó su nivel más alto en 14 meses.
“Nos inclinamos más por las señales del índice de la Universidad de Michigan, sobre todo en lo que respecta a la evolución del gasto de los consumidores en los próximos meses, ya que históricamente ha sido un indicador más fiable de las tendencias futuras”, declaró Colin Johanson, economista de Barclays en Nueva York.
En enero, el gasto de los consumidores registró el mayor aumento en casi dos años, impulsado por los incrementos salariales. Es probable que el gasto se mantenga en los próximos meses, ya que la encuesta del Conference Board mostró que la proporción de consumidores que consideran que el empleo es “abundante” han vuelto a los niveles de la primavera del año pasado.
Como resultado, el diferencial del mercado laboral del sondeo, derivado de los datos de las opiniones de los consultados sobre si los puestos de trabajo son abundantes o difíciles de conseguir, subió a 41.5, el más alto en casi un año, desde el nivel de 37, observado en enero.
Esta medida se correlaciona con la tasa de desempleo del Departamento de Trabajo. La tasa de desempleo del 3.4% en enero fue la más baja en más de 53 años.
Ajustado todavía
La rigidez del mercado laboral en EUA y la persistente inflación han avivado el temor a que la Reserva Federal (FED) siga subiendo las tasas de interés hasta el verano.
Se espera que la FED realice dos alzas de tasas de 25 puntos básicos entre marzo y mayo, y los mercados financieros apuestan por otra alza en junio.
La FED ha elevado su tasa de interés oficial en 450 puntos básicos desde el pasado mes de marzo, desde cerca de cero hasta un rango de entre el 4.50% y el 4.75%.
En febrero, las expectativas de inflación a 12 meses cayeron al 6.3% desde el 6.7% del mes pasado; dado que la presión sobre los precios sigue siendo fuerte, los consumidores planean compras menos caras y viajes para los próximos seis meses.
También se mostraron menos entusiastas respecto a la compra de una vivienda, especialmente con la reanudación del alza de las tasas hipotecarias. El aumento de la tasas hipotecarias y de los precios de la vivienda ha dejado al margen a muchos compradores potenciales.
Sin embargo, hay indicios de que la asequibilidad de la vivienda está empezando a mejorar gradualmente: El índice nacional de precios de la vivienda Case Shiller de S&P CoreLogic, que abarca las nueve divisiones censales de Estados Unidos, aumentó un 5.8% interanual en diciembre, según un segundo informe de este martes.
Esa fue la menor alza anual desde mediados de 2020 y siguió a un avance del 7.6% en noviembre. Los precios aumentaron un 5,8% en 2022, retrocediendo desde el alza récord del 18.9% registrada en 2021.
La ralentización de la inflación general de los precios de las casas fue corroborada por un tercer informe de la Agencia Federal de Financiación de la Vivienda, que mostró que los precios crecieron un 6.6% en los 12 meses a diciembre, la menor alza desde junio de 2020, y tras aumentar un 8.2% en noviembre.
Si bien tasas hipotecarias más altas están perjudicando la demanda y enfriando la inflación de los precios de la vivienda, la FHFA señaló que “estas presiones negativas fueron parcialmente compensadas por un inventario históricamente bajo”.
Un cuarto informe del Departamento de Comercio mostró que el déficit comercial de bienes se amplió 2% hasta los 91,500 millones de dólares en enero, lo que deja al comercio en camino de tener un impacto escaso o nulo en el crecimiento del PIB a principios del primer trimestre.
El menor déficit comercial fue uno de los factores que contribuyeron al ritmo de crecimiento anualizado del 2.7% de la economía en el cuarto trimestre. El otro impulso al crecimiento provino de los inventarios. Los inventarios mayoristas cayeron un 0.4% el mes pasado, tras aumentar un 0.1% en diciembre, dijo también el Departamento de Comercio.