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A un “importante” aumento del déficit de la Balanza de Mercancías Petroleras se agregó la disminución del superávit de las no Petroleras, lo que fue contrarrestado parcialmente por los ingresos derivados de las remesas, que sumaron 58,068 millones de dólares.
México presentó un déficit en cuenta corriente por 13,423 millones de dólares (mdd) al cierre del año pasado, mayor que los 8,209 mdd del año previo anterior, pasando del 0.6% al 0.9% del PIB.
El resultado fue producto del aumento del déficit de la balanza de mercancías petroleras de 24,635 mdd a 34,902 mdd entre 2021 y 2022, mientras el superávit de mercancías no petroleras disminuyó de 13,696 mdd a 8,481 mdd.
Por componente, mientras que la balanza de bienes presentó un déficit de 26,620 mdd frente a los 10,915 mdd del año previo anterior, el déficit de la balanza de servicios disminuyó de 15,020 mdd a 14,839 mdd. Como proporción del PIB, la balanza de bienes mostró un déficit de 1.9%, desde el 0.9% del año previo, en tanto que el déficit de servicios pasó de 1.2% a 1%.
Al interior de la balanza de bienes, en el periodo se observaron déficits por 26,421 millones de dólares en la balanza de mercancías producto del valor de las exportaciones, que sumaron 578,193 millones de dólares, contra el valor de las importaciones de 604,615 millones de dólares. Dentro de la balanza de bienes también hubo un déficit de 199 mdd por bienes adquiridos en puertos “por medios de transporte”.
“El saldo negativo de la cuenta corriente de 2022 se derivó de la combinación de un déficit en la balanza de bienes y servicios por 41,460 millones de dólares, de un déficit en la balanza de ingreso primario por 30,032 millones de dólares y de un superávit en la balanza de ingreso secundario por 58,068 millones de dólares” mencionó el Banco de México el viernes al dar a conocer la información.
Al finalizar 2022, la balanza de ingreso primario presentó un déficit de 30,032 millones de dólares (mdd) producto de créditos por 20,460 mdd y de débitos por 50,492 millones de dólares.
Por su parte, la balanza de ingreso secundario exhibió un superávit de 58,068 millones de dólares, como resultado de créditos por 59,271 millones de dólares y de débitos por 1,203 millones de dólares. Al interior de esa balanza, el crédito por remesas sumó 58,510 millones de dólares, presentando un crecimiento anual de 13.4% frente a un débito por el mismo concepto que alcanzó los 1,131 millones de dólares, con un aumento de 7% a tasa anual.
Analistas explicaron que el déficit de la cuenta corriente fue resultado de la entrada de divisas por el equivalente a un total de 706,400 mdd, producto de exportaciones y remesas, contra una salida de flujos total equivalente a 719,800 mdd, producto de las importaciones.
El déficit de 0.9% del PIB es el mayor desde el 2018, cuando colocó en 2.1% del PIB.
“Quitando las remesas, el déficit en la cuenta corriente habría sido de 5% del PIB, el mayor en registro de la serie que comienza en el 2002; esto último es suponiendo que tanto el PIB como las demás partidas de la cuenta corriente permanecen constantes”, indicó Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Financiero Base.