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La más reciente encuesta de analistas reconocida por el mercado arroja que aunque 29 de 32 participantes espera que el Banco de México aumente la tasa de interés en 25 pb el próximo 30 de marzo, la proyección mediana del estimado de la tasa de política monetaria aumentó considerablemente, hasta un 11.25% para 2023. La postura de algunos expertos, además, indica que el mensaje de la minuta, revelada hoy, es que la decisión próxima no descarte un alza de 50 pb
Expertos debaten hoy si la tasa de interés en México, que terminaría en niveles de 11.25% en 2023, tendría que subir 25 o 50 puntos base (pb) en la próxima reunión del Banco de México (Banxico) del 30 de marzo, desde el nivel vigente de 11%, tras la difusión de las minutas de la Junta de Gobierno del Instituto Central, el máximo órgano que formula y determina la política monetaria del país, que también incluyó la opinión disidente de la subgobernadora Irene Espinosa Cantellano.
“Con las minutas de @Banxico queda abierta la posibilidad de subir 50 pb en marzo si es necesario.
“Un miembro sugiere la tasa real ex – ante entre 6 y 7%. Tienen camino por recorrer, los datos futuros darán la pauta. Creo en una (tasa) terminal de 12.0%”, apuntó el economista Marco Oviedo en su cuenta de Twitter minutos después de que las actas de la reunión del 9 de febrero fueron difundidas el jueves.
Julio Santaella, ex director general del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y también doctor en economía por la Universidad de California, en los Ángeles (EUA) destacó la posición de la subgobernadora de Banxico, Irene Espinosa, sobre que la guía de comunicación del Instituto Central debe de indicar que el camino por recorrer para afianzar la convergencia de la inflación a su meta de 3%, continúa.
“limitarse a la siguiente decisión y referir un ajuste de menor magnitud implica un elevado riesgo costoso de corregir si los supuestos no se materializan” citó textual Santaella a la funcionaria del Instituto Central.
Adrián de la Garza, execonomista en jefe de Citibanamex, institución que elabora uno de los sondeos de expectativas más reconocidos por el mercado, mencionó en su cuenta de Twitter que la opinión disidente de la subgobernadora Espinosa había sido “sabia y articulada”.
Disidencia
En la reunión de política de febrero, donde estuvo presente el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O. como lo faculta el reglamento interno, Espinosa fue la única opinión disidente de los 5 integrantes que conforman la Junta.
Desde el punto de vista de la formuladora de política, las presiones inflacionarias no han cedido como previeron en diciembre, por lo que nuevamente ajustaron al alza su pronóstico, con un balance de riesgos que también colocó al alza.
“Los miembros consideraron inapropiado reducir el ritmo de alzas en la tasa objetivo dada la evolución desfavorable de la inflación subyacente”, destacó en una nota especial sobre las minutas el banco Bx+, que agregó que pese a que la inflación en México desacelerará, seguirá por arriba de la meta del Banxico del 3% al menos hasta finales de 2024, con una FED que continuará “endureciendo su postura durante 2023”.
La dirección de análisis de Bx+ anotó que aunque la mayoría de los funcionarios de la Junta ve posible ajustar en menor magnitud la tasa objetivo en la próxima reunión, la subgobernadora Espinosa disintió del comunicado, al considerar que la guía futura no debía incluir una posible reducción en el ritmo de alzas en la tasa de interés.
En el documento, el banco resaltó que casi todos los formuladores de política prevén una prolongada restricción monetaria, hasta que la inflación se encamine a su meta.
El pasado 9 de febrero, la decisión de un incremento de 50 pb en la tasa de interés referencial, sorpresivo para el mercado, fue unánime.
*Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Financiero Base, analizó la postura de los 5 miembros para determinar dicho incremento.
Miembro 1:
-Se han hecho más evidentes los riesgos al alza relacionados con la persistencia del componente subyacente en niveles elevados y los de presiones de costos
-Ante un panorama complicado, en la decisión anterior se señaló que para la siguiente reunión sería necesario un incremento adicional de la tasa de referencia.
-Se ha logrado alcanzar una postura monetaria restrictiva como el contexto lo amerita.
Miembro 2:
-Advirtió sobre el riesgo de que la inflación no disminuya a un ritmo consistente con la convergencia a la meta en el horizonte de planeación.
-El Banco de México conduce su política monetaria de manera autónoma y que no existe un acoplamiento con las decisiones de la Reserva Federal.
-Añadió que ante la posibilidad de que la inflación disminuya más rápido en Estados Unidos que en México, el camino por recorrer para el Banco de México sería más largo.
-Enfatizó la importancia de que al comunicar una guía futura se actúe con suma cautela ante la elevada incertidumbre, considerando que esta no representa un compromiso.
-La inflación elevada y por encima de sus objetivos podría ser más persistente de lo previsto, y señaló que en ese caso se requeriría mantener las posturas restrictivas hasta no observar una tendencia sostenida de la inflación y de sus expectativas a la baja.
Miembro 3:
-Ante el sumamente complejo panorama inflacionario, se requiere recalibrar la astringencia monetaria.
-La convergencia inflacionaria requiere de una tendencia decreciente y sostenida del componente subyacente, en especial el de las mercancías alimenticias, ya que estas son la principal referencia del público para la formación de expectativas.
-La sincronización de los ciclos inflacionarios de México y Estados Unidos había requerido de ajustes similares en las tasas de referencia, pero ahora el diferencial de inflación ha aumentado.
-La decisión de aumentar 50 puntos base señala que la prioridad es el control de la inflación en México, no mantener un diferencial de tasas. -“Para evitar que la postura monetaria se torne demasiado restrictiva… la tasa de referencia deberá comenzar a disminuir a la par de los descensos en las expectativas inflacionarias, a fin de mantener una tasa real ex-ante superior al 6%, pero sin exceder el 7%”, citó textual Siller; en esta última fase se adoptaría “una postura neutral, una vez alcanzado el objetivo de inflación”, refiere Siller.
Miembro 4:
-Los datos más recientes de inflación desafían la convergencia prevista y presentan una señal clara de que el balance de riesgos permanece sesgado al alza.
-Existe un traspaso asimétrico y rezagado entre la mitigación de las presiones inflacionarias globales y los precios al consumidor final del país, sobre todo en el conjunto de mercancías alimenticias.
-Existe un deterioro de la inflación en los bienes no comerciables de la economía, por lo que de no actuar de manera anticipada ante las señales mencionadas, existiría una sincronización de presiones que implicaría retos relevantes para el comportamiento de la inflación subyacente durante la segunda mitad del año.
-En este momento no es factible disminuir el ritmo de incrementos en la tasa de interés.
Miembro 5:
-Todavía no es apropiado disminuir el ritmo de incrementos en la tasa de interés.
-La reducción observada en las expectativas a 12 meses eleva la tasa real ex-ante, haciendo más efectivos los incrementos en la tasa de referencia.
-Si bien la postura monetaria ya es restrictiva, es necesario un apuntalamiento en la misma para consolidar la convergencia de la inflación.
-Hay que considerar que el grado de restricción monetaria ya alcanzado podría incrementarse si se observara una disminución en las expectativas de inflación.
-Hacia delante podría modificarse el ritmo del ajuste en la tasa de referencia y que esta se encuentra muy cerca del nivel apropiado para consolidar un proceso des inflacionario, acorde con el pronóstico.